El actor palestino Saleh Bakri, este miércoles en Santiago de Compostela. EFE/Lavandeira jr
22 octubre, 2025
El actor palestino Saleh Bakri señala con firmeza que su pueblo tiene «el derecho» a vivir en su tierra «en paz», aunque asegura que la determinación y la resistencia que ejercen tanto en Gaza como en Cisjordania o en la «Palestina histórica» reside en que saben que se trata «de una lucha global por la libertad de la Humanidad».
«El hecho de que haya nueve millones de refugiados es una tragedia mundial. No es solo una tragedia palestina, es una tragedia global porque el mundo decidió dividirnos. Y el mundo es responsable de que sigamos fuera de nuestra patria hasta el día de hoy», afirma Bakri en una entrevista con Efe.
El actor visita Santiago para participar en la XXIII edición de Semana de Cine Euroárabe Amal, en la que ha presentado el último documental de su padre ‘Janin, Jenin’, sobre la ofensiva israelí de 2023 sobre el campo de refugiados de Jenin; y su película de 2009 ‘The time that remains’.
Nacido en la ciudad de Jaffa -actual Israel-, en 1977, procede de una familia muy vinculada al cine y a la interpretación. Varios de sus hermanos -entre ellos Ziad Bakri y Adam Bakri- son conocidos por papeles en películas y series de televisión a nivel internacional; y su padre, Mohammad Bakri, es un reputado cineasta, que durante más de veinte años ha sufrido la persecución y la censura por sus trabajos cinematográficos, especialmente desde que estrenó el documental ‘Jenin, Jenin’.
En aquel documental, Mohammed Bakri reflejaba «la verdad palestina» sobre la batalla que tuvo lugar en abril del 2002 en el campo de refugiados palestinos de Jenin, en una operación militar llevada a cabo por el ejército israelí en Cisjordania.
Ahora estrena otro documental, ‘Janin, Jenin’, con el que regresa tras veinte años a ese campo de refugiados y cuenta su «tortuosa» experiencia de censura y persecución.
«En mi día a día yo me siento amenazado, pero no puedo vivir constantemente con miedo», explica el actor.
Cuenta que mientras lleva a sus hijos por la mañana al colegio, sus propios vecinos son los «van a cometer crímenes en Gaza», una situación que le provoca «un profundo dolor».
«La mayoría de los habitantes de Haifa son israelíes porque los palestinos se vieron obligados a irse en 1948 y no se les permite regresar desde entonces. Por eso hay una mayoría de israelíes allí», señala.
Para el actor, la situación nunca podrá resolverse hasta que no se permita a los palestinos regresar a su patria. Solo entonces se podrá hablar de «democracia, de igualdad».
Bakri dice sentirse «incompleto, perdido», puesto que han «dividido» a su pueblo en diferentes zonas y no se les permite «comunicarse» y autoproclamarse como pueblo.
«Estamos al margen de la vida, no en medio de ella», denuncia.En lo personal, como palestino, asegura que debe «esforzarse emocionalmente para disfrutar de los pequeños placeres de vida que tiene la gente común». Y como actor, apunta a que le han separado de su público, «de su propia audiencia».
Por ello, valora especialmente festivales como el Amal, al que acude por primera vez de forma presencial pero en el que ha estado muchas veces en pantalla con películas como ‘Giraffada’, ‘El caftán azul’ o ‘The teacher’.
«Es muy importante que se celebren festivales de este tipo alrededor del mundo, más que invertir en ejércitos, armas o máquinas de guerra», señala.
Según él, el festival supone «un encuentro entre culturas», el significado mismo de «la vida» y no las «fronteras, barreras o divisiones» que el Estado «sionista» de Israel busca imponer de forma «supremacista»; ejerciendo su derecho exclusivo sobre la tierra y «no aceptando a las minorías».
«Vivo en una sociedad enferma y, llegados a este punto, creo que el mundo debería reaccionar», advierte.
En este sentido, apunta a que los palestinos nunca van a olvidar que países como «Estados Unidos, Inglaterra, Francia o Alemania» facilitaron el genocidio y que siempre recordarán cómo otros, como «España o Irlanda», han estado con ellos.
El actor, que no confía en el acuerdo de paz instigado por Donald Trump, considera que la libertad del pueblo palestino no será posible hasta que Israel «rinda cuentas» no solo por el genocidio en Gaza, sino por «todo lo que ha hecho desde 1948».
Mientras, su compromiso y resistencia continúa a través de su trabajo en películas como ‘Palestina 36’, su cuarta colaboración con la directora AnneMarie Jacir, sobre la revuelta liderada por agricultores contra el colonialismo británico en Palestina; o «All That’s Left of you», de Charen Dabis, que narra la historia de una familia palestina desde 1948 hasta la actualidad.