Karla Sofia Gascón durante su intercención en la edición 37 de los Premios del Cine Europeo. Foto : Agencias.
8 diciembre, 2024
La ceremonia de los Premios del Cine Europeo se cerró con una velada inolvidable en Lucerna, donde Karla Sofía Gascón brilló como nunca. La actriz española fue reconocida como mejor actriz por su impresionante interpretación en Emilia Pérez, consolidándose como un fenómeno que está marcando la historia del cine contemporáneo.
La noche comenzó con el premio a mejor director para Jacques Audiard y culminó con el galardón a la mejor película, también para Emilia Pérez. La cinta, una mezcla de musical, narcocorrido, thriller, melodrama y comedia, se llevó cinco premios, incluyendo montaje y guion. Pero el momento más esperado llegó cuando Karla Sofía Gascón subió al escenario. Con este reconocimiento, no solo reafirmó su posición en la industria, sino que se convirtió en un símbolo de cambio y representación, siendo la primera actriz trans en ganar tanto en Cannes como en los Premios Europeos del Cine.
Gascón interpreta a Manitas, un mafioso que decide convertirse en mujer, transformándose en Emilia Pérez, una mujer que lucha por dejar atrás su oscuro pasado. Su actuación, que mezcla vulnerabilidad y fuerza, ha sido descrita como monumental y conmovedora. Durante su discurso, la actriz mostró su carácter irreverente y emocional, arrancando con un sonoro «¡¡Bingo!!». Vestida de azul, afirmó que lo hacía «en honor a los valores de Europa». Además, dedicó el premio «a los padres que aman a sus hijos», dejando claro que «es triste que en este mundo algunos prefieran que sus hijos sean delincuentes antes que maricones».
Además de Emilia Pérez, otros nombres y películas destacaron en la gala. El premio a mejor actor fue para Abou Sangare, protagonista de La historia de Souleymane, un drama sobre la inmigración dirigido por Boris Lojkine. Su triunfo, frente a grandes nombres como Daniel Craig y Ralph Fiennes, subraya la importancia de las historias humanas y sinceras en el cine europeo.
Sin embargo, no todos los representantes españoles lograron el éxito esperado. La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, y Dispararon al pianista, de Fernando Trueba, quedaron fuera del palmarés. En la categoría de animación, El sueño de la sultana, de Isabel Herguera, también se vio eclipsada por la producción letona Flow, un mundo que salvar, una obra que mezcla realidad y fantasía para narrar una catástrofe climática.
En el ámbito documental, el premio fue para No Other Land, de Basel Adra y Yuval Abraham, que aborda la ocupación israelí en Cisjordania desde una perspectiva cruda y sin concesiones. El mensaje de los directores, uno palestino y otro israelí, fue un recordatorio de que el cine puede tender puentes incluso en los contextos más divididos.
Con su victoria en Lucerna, Karla Sofía Gascón se posiciona como una de las grandes favoritas para los próximos premios Oscar. Su camino en la industria no solo redefine los estándares de representación, sino que demuestra que el talento no tiene límites ni etiquetas. La actriz, que en palabras de la crítica «cambia el cuerpo, el alma y, con ello, la sociedad», ha dejado claro que esta es solo una parada más en su extraordinario viaje.
El cine europeo, entre luces y sombras, sigue demostrando su capacidad para emocionar y reflexionar. Y, este año, lo ha hecho de la mano de una mujer que no teme a nada: Karla Sofía Gascón.