Planeta 2025

El año pasado, por estas mismas fechas, les hacía un resumen del acontecimiento literario clave del año en la Península Ibérica y uno de los más importantes del mundo: el Premio Planeta. Y debe esa importancia a dos factores fundamentales: el innegable prestigio y el considerable monto de la cuantía (nada menos que un millón de euros desde 2021). En aquél entonces les narraba la historia completa del galardón. Para no repetirme, hoy les diré sólo unos cuantos datos fundamentales. Como que el grupo Planeta fue fundado en 1949 por José Manuel Lara Hernández junto a su mujer María Teresa Bosch Carbonell con una inversión muy notable para la época: 100.000 pesetas. Que el primer libro que editaron fue Mientras la ciudad duerme, de Frank Yerby, y que a continuación tuvieron el privilegio (y el buen criterio) de dar a conocer al público hispano a la cumbre de la literatura universal de su tiempo, entre los que se encontraban desde Borges, Kafka, Sinclair Lewis o John Dos Passos, y popularizaron a autores patrios esenciales, como el gigantesco Blasco Ibáñez, Wenceslao Fernández Flórez, Baroja o Carmen Laforet…

En 1952 instituyeron el galardón. El señor Lara tuvo un capricho entrañable. Consideró que el día ideal para entregarlo habría de ser el 15 de octubre. ¿Por qué? Pues muy sencillo: porque era Santa Teresa, el santo de su mujer…

Pemón Bouzas, XF y José Crehueras, en el Palau de la Música/Foto: Carles Crehueras

A lo largo de los años, la lista de ganadores ha sido de lo más variopinto, sí, pero con un denominador común en general. Se llama grandeza. Por esa lista han pasado dos Premios Nobel, Cela y Vargas Llosa. Y alguno de los clásicos del siglo XX, como Torrente Ballester, Ramón J. Sender, Bryce Echenique, Eduardo Mendoza o Vázquez Montalbán (hoy mismo podemos recordar a Camilleri y a Petros Márkaris, que se consideraban discípulos suyos). Y la corte celestial de los que vinieron a continuación… Los otros grandes, pero más jóvenes que los citados. Pienso en todos aquellos que forman parte de los libros de cabecera de muchos miles de lectores adictos de toda condición: Maruja Torres, Javier Cercas, Eslava Galán, Savater, Lorenzo Silva, Juan Manuel de Prada, Carmen Posadas, Luz Gabás… Aparte de los novísimos, como el trío Carmen Mola (Jorge Díaz, Agustín Hernández y Antonio Mercero) o Dolores Redondo, entre otros muchos…

Citarles que a Lara Hernández le sucedió su hijo José Manuel Lara Bosch en la dirección hasta su muerte en 2015. Ese año cogió la batuta el extraordinario José Crehueras. Y desde entonces el grupo no ha parado de crecer en todos los órdenes, y no sólo en su vertiente literaria, sino en la mediática. Recuerden que Atresmedia es, también, Planeta. Entre otras muchas cosas… Como el periódico La Razón…

Llevo acudiendo exactamente desde hace 30 años a la celebración de la entrega del premio (fue en 1995 mi primera participación; el ganador fue entonces Fernando G. Delgado por La mirada del otro). Me he convertido, pues, en un veterano senior, junto a queridos amigos como el televisivo Pemón Bouzas (una de las caras más conocidas de la TVG histórica) o el multifacético periodista y escritor leonés Alfonso García (premio, hace años, de Fomento a la Lectura en su labor en el Diario de León, y fue, asimismo, el maestro y mentor de Zapatero). Y ha ido a más, sin pausa. Es una celebración cultural total, que engloba, además, aspectos culinarios interesantísimos. Y artísticos. El año pasado les comentaba la maravillosa excursión al Museu Tàpies. Este año le ha tocado a otro gigante. Nos llevaron a la Fundació Joan Miró a ver algo realmente único. La exposición se llamaba Miró y los Estados Unidos. Ahí se nos explicó cómo, “en sus siete viajes a los Estados Unidos conoció a artistas de generaciones distintas que admiraban su obra y se influenciaron mutuamente, tanto a través de sus creaciones como de los procesos de trabajo…” Y es alucinante ver su relación con Rauschenberg, Dalí (sí; él también), Pollock, Tanguy, Lam, Calder, De Kooning, Bourgeois, Gorky, Duchamp, Rothko… En fin, un alucine… y un sueño más hecho realidad… Pero no me imaginaba toda esta interesantísima serie de relaciones tan complejas…

Imagen de Alexander Calder en la exposición de Miró/Foto XF

Bien. Para no alargarme más, decirles cómo quedó la quiniela. El premio fue a parar a manos de Juan del Val con la obra Vera, una historia de amor (se había presentado como No es fácil morir de amor, bajo el seudónimo Elvira Torres) y de finalista quedó nuestra queridísima Ángela Banzas (autora, entre otras, de El silencio de las olas, que ya comentamos ampliamente en su día) gracias a Cuando el viento hable (se presentaba como El color de la lluvia, bajo el seudónimo Sofía García)…

El día 5 de noviembre comenzará, en Madrid, la gira de presentación de las obras, de las que se ha hecho una primera edición de 210.000 ejemplares para la ganadora y 90.000 para la finalista. Y a Santiago vendrán el día 11. Ahí les veré y les contaré todo lo que falta…