22 octubre, 2025
El municipio de Sober, en la Ribeira Sacra lucense, presume de 26 bodegas en su territorio y otras 22 en las cercanías. La mayoría son de uva mencía, ya paladeada por los romanos que bautizaron los caldos como Amandi. Entre las adegas existentes, las hay tan prestigiosas como Rectoral de Amandi, Regina Viarum, Guímaro, Don Bernardino, Algueira o Finca Cuarta. La comarca aspira en 2026 a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, con las vides y los vinos como parte de sus señas de identidad.
El mencía Rectoral de Amandi recibió 92 puntos el pasado octubre en la cata internacional James Suckling, del prestigioso crítico de vinos estadounidense. El sumiller mundialmente conocido catalogó esta añada como un “firme e intenso vino tinto con arándanos, pizarra y una pizca de pimienta blanca, de cuerpo medio con toques de fruta fresca al final”. La añada 2018 ya se había consolidado entre los mencía mejor valorados, alcanzando los 90 puntos, tanto en la edición de la cata James Suckling 2019 como en la cata celebrada en ese mismo año por la revista Decanter.
La añada 2019 del vino joven Rectoral de Amandi consiguió galardones en catas internacionales, entre los últimos reconocimientos, destacan las medallas en Decanter 2020 obtenidas en el Reino Unido, y en Mundus Vini 2020, que tuvo lugar en Alemania.

Bodega Rectoral de Amandi
Regina Viarum se extiende por 14 hectáreas de cultivos de viticultura heroica en bancales en Doade. La producción anual es de 130.000 litros de mencía y godello.
Su cosecha del 2018 mencía obtuvo 92 puntos en la Guía Peñín 2020 y fue destacada en la Internacional Wine Challenge 2019.
Regina Viarum ofrece visitas guiadas a su bodega de Doade para descubrir al público los secretos de la elaboración de los vinos mencía, godello y tempranillo. Desde un balcón a los cañones del Sil se pueden degustar los caldos de la denominación de origen Ribeira Sacra producidos gracias a la viticultura heroica.

Bodega Regina Viarum
La bodega Guímaro, en Santa Cruz de Brosmos, en Sober, apuesta por los vinos de terruño y fue de las primeras en adherirse a la denominación de origen: lo hizo en 1996. Guímaro significa rebelde, en alusión al apodo del abuelo del propietario Pedro Rodríguez.
El vino mencía Finca Meixeman 2022 de Guímaro fue elegido como el mejor de España por el prestigioso crítico internacional James Suckling. En su lista anual de los 100 mejores caldos del territorio nacional se decantó por la bodega soberesa. En su elección hizo valer que Meixeman 2022 proviene de una zona “conocida por sus impresionantes viñedos en terrazas, principalmente ubicados a lo largo de los serpenteantes bancales de los ríos Sil, Miño y Cabe”.

Bodega Guímaro
Don Bernardino cultiva viñedos en Chanteiro Sober con una antigüedad mínima de 22 años y suelos de granito y pizarra, con fuertes pendientes y un clima continental.
La bodega ha obtenido numerosos reconocimientos. Entre ellos figura el Racimo de Bronce de vinos de elaboración en madera tintos en las Catas de Galicia de 2021 por su Finca Mezquita. Es un caldo criado en madera con una producción limitada a 2.000 kilos de uva. El viñedo, en pleno corazón de Amandi, contiene gneis, un mineral con las virtudes del granito y la loseta. El vino permanece 24 meses en barricas francesas, con secado de más de 60 meses.
Otros premios obtenidos son el Platinum en los Decanter World Wine Awards por su vino Vacamulo 2017, oro en la XXVIII Cata de Vinos de la Ribeira Sacra por su cuarta generación Mencía Barrica 2020 y el oro en la Guía de Vinos de Galicia para su vino Don Bernardino 2023. Otros galardones históricos fueron los logrados en el Concurso Internacional de Vinos de Montaña de Aosta en Italia.

Bodega Don Bernardino
Un pequeño edificio románico en Doade es aprovechado como bodega por Algueira desde 1996, donde cuida con esmero 16 hectáreas de viñedos y produce 100.000 botellas.
Sus cultivos de vides se disfrutan desde el agua, la tierra y el aire. Si algo hace especial a esta bodega son sus pendientes de hasta el 85% de desnivel.
Gracias a ellas, es posible admirar el crecimiento de las uvas autóctonas con que trabajan Fernando González y su mujer Ana tanto desde una tranquila barquita sobre el propio río Sil como desde las escarpadas montañas de sus cañones.
Sin embargo, la empinada disposición del terreno y el microclima de la Ribeira Sacra, marcado por una incesante lluvia en invierno y veranos con hasta 45 grados, no es lo único que hacen especiales a los codiciados vinos de Algueira. El mimo de Fernando y Ana desde hace más de tres décadas por variedades casi extintas como la Alvarello, la Caiño o la Merenzao, además de otras como las blancas Godello o Loureiro, son lo que de verdad prestigian a sus vinos.
En 1996, y tras algunas cosechas para producción propia, como ocurría con la mayoría de pequeños elaboradores de la zona, ambos dieron el gran salto de comercializar el vino procedente de sus 16 hectáreas de viñedo.

Bodega Algueira
Lo hicieron al abrigo de la creación de la D.O Ribeira Sacra, y a partir de entonces comenzaron con la elaboración de vinos de crianza, una historia que les ha llevado a recorrer medio mundo, hacia donde importan algunas de las más de 100.000 botellas que producen anualmente.
En el pequeño edificio románico que hace las veces de bodega, vestigio de los que construyeron en la zona los monjes del siglo XII, se elaboran vinos que los responsables de Algueira diferencian entre mecánicos y humanos, estos últimos son los pisados a pie y se elaboran en un proceso de vinificación meramente manual.
Desde entonces, la historia de Adega Algueira ha estado repleta de éxitos. Nombrada bodega ejemplar en 2012 por la Asociación de Sumilleres de Galicia, sus vinos de autor han sido elegidos durante varios años consecutivos como los mejores de Galicia y se sirven en algunos de los restaurantes más exclusivos del mundo, como el Mugaritz del chef Andoni Luis Aduriz.
En el municipio de Sober existen casi una veintena más de prestigiosas bodegas, hijas de la viticultura heroica: Cividade, Terra Brava, A Man de Prado, Barbado, Cruceiro, D’Fran-Estrela, Finca Cuarta y González Prieto. Elías-Rectoral de Gundivós.
Otras que merecen una visita son: Gullufre, Lucenza, Malcavada, Lucenza, Marcelino I, Naz, Petrón, Proencia, Régoa, Tear, Val da Lenda, Viña A Fraeira y Viña Cazoga.

La embarcación Brandán II, de Bodega Algueira