Viaje al infierno en la iglesia de la USC con las Hijas de Felipe

Carmen Urbita y Ana Garriga, también conocidas como Las Hijas de Felipe, trajeron sus cotilleos barrocos y sus momentos fans de Santa Teresa a la capital gallega. Esta iniciativa está dentro del ciclo Outono Cultural ofrecido por la USC, en el cual se acerca a los campus de Lugo y Santiago una programación con actividades dirigidas al ocio fuera de las aulas, pero abiertas a todo el mundo. Sin duda, el fenómeno de las dos amigas locas por las monjas de los siglos XVI y XVII atrajo una masa de oyentes que arrasaron con las entradas en tan solo 15 minutos.

Con este evento gratuito no hubo quien se resistiera a pasar una hora escuchando todos esos dramas de jesuitas y franciscanos, ¿el target que consiguieron? Pues como muy bien explicaba una señora que se iba adentrando en el pasillo de sillas vacías que esperaban a ser ocupadas «Aquí subimos la media de edad, pero mira qué público más femenino». ¿Hombres? Sí, ¿cantidad? Pocos, pero aquellos que asistieron parecían tener bastante interés.

Confirmando lo que todo el mundo sabía, las investigadoras comieron muy bien antes del programa, un menú con escaso casi gluten y con productos gallegos para empezar el día. El tema del capítulo fue ‘O inferno: destino turístico’, donde las locutoras llevaron a sus oyentes de paseo por los caminos del infierno, enseñanza que ya daban los franciscanos y perfeccionaron los jesuitas. Tanto se aprendió escuchando el programa que hasta podemos dar un dato aproximado de los brazos del demonio, unos 1500 metros.

Tras una sesión de espiritualismo para intentar visitar estas tierras temibles en las que nadie quiere acabar, pero más vale conocer, aprendimos como era el averno mainstream que imaginaba Francisca Romana desde su convento italiano.

FRANCISCA ROMANA de Giovanni Antonio Galli detto Spadarino (1585 – 1652)

Para saber bien la explicación de todos estos datos sueltos habrá que esperar a la emisión del capítulo en sus plataformas de audio. Mientras tanto solo el público, el cual hizo sold out de las entradas sin precio, sabe bien por qué una despedida de soltera es un auténtico infierno, pero podría haber una que una amiga iría con gusto.

Sin duda un evento donde no faltaron risas, los asistentes fueron muy obedientes jugando con la imaginación, la divulgación fue transmitida de forma eficaz y todo esto en el mejor lugar posible: delante de un retablo bien barroco y rodeadas de muchos jesuitas.