3 junio, 2024
Quizás no haya sido el mejor año para el deporte y los clubes de la capital compostelana, en un curso en el que se consumó el triste descenso del Monbus Obradoiro a la segunda categoría del baloncesto español, mientras que la SD Compostela también vivió una temporada ciertamente decepcionante en la cual ni siquiera fue capaz de alcanzar posiciones de playoff y luchar por dar el salto a la Primera RFEF.
A pesar de esto, no todo han sido malas noticias. El mejor ejemplo de ello es el de la Selección de Santiago femenina sub 14, un grupo de dieciocho jóvenes que ya forman parte de la historia del deporte compostelano tras la hazaña de proclamarse campeonas de Galicia el pasado mes de abril, una gesta que hoy, ya finalizadas las principales ligas y competiciones, rescatamos a modo de modesto homenaje hacia estas heroínas que, con esta victoria, no hacen sino generar ilusión de cara a las expectativas y el futuro de la ciudad y, a la postre, nos han dado a los picheleiros una de las grandes alegrías de esta temporada.
UN TORNEO DE ENSUEÑO
Y es que con un combinado formado principalmente por jugadoras infantiles de primer año y que hubo de medirse a rivales de mayor envergadura como A Coruña o Vigo, este campeonato conquistado por el conjunto santiagués adquiere una dimensión aún mayor si cabe.
También, más allá de estas circunstancias, destaca precisamente el ‘cómo’ de dicho triunfo, y es que nuestro equipo se alzó con la copa tras firmar un torneo realmente inmaculado. Cinco encuentros en los que no solo nunca cayó derrotado, sino que tampoco recibió un solo gol.
“La verdad es que hubo muchos momentos felices, pero, sin duda, el más emocionante fue la victoria frente a Vigo en la final. Además, la felicitación de todas mis compañeras en la celebración de mi gol frente a Pontevedra fue increíble”, destaca Catalina Pereira, jugadora del CD LA Salle y una de las integrantes de este grupo. Ese gol frente al Pontevedra en la fase de grupos fue decisivo para anotarse unos tres puntos en una victoria por 2-0 que les permitieron avanzar a la fase final.
Antes de esto, las chicas habían firmado un empate sin goles frente al conjunto coruñés, seguido de la mencionada victoria frente al Pontevedra y una nueva victoria frente al Lugo con un espectacular 3-0.
Esta prometedora fase previa marcó el camino y fue un pequeño anticipo de lo que se avecinaba. La icónica Torre de Hércules fue testigo de unas semifinales donde el conjunto santiagués se impuso a la selección de Lugo por 2-0 para, más tarde, hacer lo propio frente a Vigo en la final y completar un campeonato casi perfecto en lo que la propia Catalina recuerda como un momento un tanto agridulce. “El momento más triste fue en la segunda parte de la final cuando recibí una entrada que me dejó fuera del partido. Fue muy duro tener que ver el resto del juego desde el banquillo”, explica esta, si bien un triunfo de este calado y el haber podido alzar el trofeo al cielo de A Coruña bien parece compensarlo prácticamente todo.
Así, las jugadoras no solo celebraron la hazaña sobre el verde de la ciudad herculina, sino que el propio Concello de Santiago quiso reconocer su hazaña al recibirlas en una emotiva ceremonia en el Salón Noble de Raxoi.
RECIBIDAS CON TODOS LOS HONORES
Aquel día, estas quisieron obsequiar a la alcaldesa con una camiseta conmemorativa y un balón firmado por todas ellas. La regidora agradeció el gesto halagando el “ejemplo de perseverancia y espíritu de equipo” de una camada de futbolistas cuyo triunfo “no solo es una victoria en el campo, sino también un triunfo para toda nuestra ciudad», declaró la propia Goretti Sanmartín en una jornada memorable no solo para las propias jugadoras, sino para una Compostela que puede congratularse de contar con un futuro realmente prometedor y brillante y en el que, ojalá, nos traigan aún más y más títulos.
Por lo pronto, esta generación ya ha escrito su nombre en las páginas de los libros de historia del deporte compostelano y ya solo aguarda con entusiasmo el torneo del próximo año, una cita de la que, sin duda, estaremos muy pendientes para mostrar nuestro apoyo.
“Representar a mi ciudad es un orgullo y un honor”, destacó precisamente Catalina Pereira, quien, de cara al futuro, sin dejar de lado esa ambición y perseverancia que las ha conducido a ser campeonas, solo piensa en seguir aprendiendo, mejorando y, sobre todo, divirtiéndose.
GLORIA COPERA
Azucena Fidalgo Panadeiro, Paula Fernández González, Claudia Castro Asorey, María Lalín Iglesias, Sabela Raposo Fernández, Martina Santamaría Pérez, Catalina Pereira Cortizo, Sonia Barbeito Castro, Patricia Fernández González, Irene Pieferrer Sampedro, Xiana Tuas Búa, Daniela Barbazán García, Paula Barreiro Rivas, Ainhoa Castro Rebolo, Alba Calviño Mato, Anahi Rama Blanco y Claudia Pérez Outeiral son los nombres propios de un conjunto que ha regalado a Compostela una victoria más que meritoria.
Su esfuerzo, compañerismo, calidad, el excelente trabajo de un cuerpo técnico formado por Alejandro Iglesias y Marco Vázquez, a lo que se suma al apoyo constante de sus familias y seguidores, han sido la receta del éxito para este grupo de jóvenes futbolistas que han protagonizado una de las grandes alegrías de este curso para la ciudad.
Mucho se ha hablado (y mucho se hablará) estos días sobre la Champions, la decimoquinta, la mística copera y esas grandes y opulentas noches de gloria, locura, flashes e historia del fútbol europeo y mundial.
Y sabemos muy bien que este nuestro fútbol local lejos está de ese glamour y esa locura colectiva y mediática, pero, a pesar de todo, permítannos reivindicar que Santiago también cuenta con grupo de jóvenes que puede presumir de haber protagonizado ya enormes episodios de gloria y mística copera.
¡Enhorabuena, campeonas!