Un estudio analiza durante tres décadas los potenciales elementos tóxicos de las algas pardas en la costa gallega.
3 junio, 2025
Un equipo de investigación de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO), organismo dependiente del CSIC, ha analizado durante más de 30 años los niveles de elementos tóxicos en algas pardas del género Fucus recogidas en la costa de Galicia. Este trabajo, publicado recientemente en la revista Environmental Science & Technology bajo el título “Three Decades of Change in Potentially Toxic Elements in Brown Algae in the Northeast Atlantic Ocean”, revela un descenso significativo en la concentración de varios metales contaminantes de origen humano.
El estudio, que se basa en el análisis de 446 muestras obtenidas entre 1990 y 2021 en 173 puntos diferentes de la costa gallega, constituye la serie más completa y estandarizada de este tipo realizada internacionalmente en macroalgas. Los resultados indican reducciones destacadas en metales como el cobre (-84,7 %), el cromo (-84,6 %), el mercurio (-49,6 %) y el cadmio (-36,7 %). Estas cifras apuntan a una mejora en la calidad ambiental y reflejan la eficacia de las políticas de control de la contaminación, especialmente las relacionadas con la modernización de las plantas de tratamiento de aguas residuales y la creación de nuevas infraestructuras en las últimas décadas.
No obstante, el equipo detectó un aumento del arsénico (+36,1 %), cuya causa aún no está clara. Los investigadores sugieren que este incremento podría estar vinculado a cambios en la aportación de sedimentos, variaciones en la biodisponibilidad del elemento o la aparición de nuevas fuentes, como vertidos subterráneos.
A nivel espacial, se observaron concentraciones más elevadas en las zonas internas de las rías, sin patrones claros de norte a sur. Los investigadores destacan que las concentraciones en las algas no reflejan directamente los niveles presentes en el agua o el sedimento, ya que dependen de la fracción biodisponible. Por ello, subrayan la importancia de monitorizar directamente en los organismos vivos para evaluar el impacto real de la contaminación.
El equipo investigador está formado por expertos de diferentes centros de la USC y del IEO, entre ellos Carme Pacín, Massimo Lazzari, J. Ángel Fernández, Zulema Varela, Jesús R. Aboal, Mercedes Conde-Amboage, Carlos Real, Rubén Villares, Rita García-Seoane e Inés G. Viana.
En conjunto, el estudio refleja una disminución general de la contaminación por elementos tóxicos en la costa gallega, confirmando la efectividad de las medidas ambientales aplicadas. Sin embargo, el aumento del arsénico evidencia que los procesos son complejos y están condicionados por múltiples factores, en un contexto global marcado por cambios como la acidificación de los océanos. Los investigadores concluyen que mantener redes de vigilancia ambiental a largo plazo es fundamental para seguir evaluando la evolución de la calidad ambiental y proteger la biodiversidad marina en la región.

