24 junio, 2024
El Gobierno local de Santiago ha logrado aprobar la ordenanza que regula las viviendas de uso turístico, gracias al respaldo del grupo municipal del PSOE, que votó a favor a pesar de las directrices contrarias de la dirección del partido en la ciudad.
La norma fue aprobada con los votos a favor del BNG, Compostela Aberta y el PSOE, mientras que el PP votó en contra.
Los concejales del PSOE, Mercedes Rosón y Gonzalo Muíños, justificaron su apoyo argumentando que estaban respaldando una propuesta que fue presentada por el propio partido en el mandato anterior para regular las viviendas de uso turístico.
«Vamos a votar sí, unidos, de manera valiente y responsable», afirmó Muíños, destacando que esta medida tiene un enfoque socialista, aunque criticó a la alcaldesa Goretti Sanmartín por la falta de apoyo cuando el PSOE estaba en la oposición frente a la regularización de estas viviendas.
El gobierno socialista de Xosé Sánchez Bugallo había limitado anteriormente la implantación de nuevas VUT con una modificación en 2019, pero dejó en el limbo las licencias de las ya existentes que contaban con autorización autonómica pero no local.
El bipartito actual en el gobierno de Santiago propone ahora una regulación más estricta para reducir el uso de unas 650 viviendas turísticas, permitiendo su uso por un máximo de 60 días al año, siempre que sean la residencia habitual de una persona física durante al menos 183 días.
El PSOE de Santiago, liderado por Aitor Bouza, inicialmente había anunciado su abstención en la votación de esta ordenanza, pero finalmente seis ediles votaron en contra de esta directriz y apoyaron al gobierno conformado por BNG y Compostela Aberta.
La alcaldesa Goretti Sanmartín agradeció la valentía de los ediles y subrayó la importancia del consenso para abordar el problema de la vivienda en Santiago, un tema complejo que «no tiene soluciones sencillas».
A pesar de ello, la alcaldesa expresó comprensión hacia los propietarios que convirtieron algunas de sus propiedades en viviendas turísticas debido a la «confusión» generada por la Xunta de Galicia al otorgar licencias sin el correspondiente permiso municipal.
Por su parte, Mercedes Rosón del PSOE anunció que los concejales socialistas no acatarían las directrices de la dirección local del partido y respaldarían la ordenanza sobre las Viviendas de Uso Turístico promovida por el gobierno local.
«Abstenerse tiene el mismo valor que votar en contra en esencia de una medida socialista», dijo Rosón, explicando que decidieron ser leales a los intereses generales de los ciudadanos de Santiago y a los principios del PSOE tanto a nivel nacional como autonómico.
Con esta decisión, los ediles del PSOE corren el riesgo de enfrentar un expediente disciplinario por no seguir las directrices del líder del PSOE compostelano, Aitor Bouza, quien había ordenado la abstención en esta votación.
Rosón recordó que la regulación de los usos turísticos en Santiago se adoptó bajo la «valiente decisión de un gobierno socialista» que busca reafirmarse en defensa del interés público y está contribuyendo a la recuperación del mercado de alquiler en la ciudad.
Finalmente, Rosón lamentó la controversia generada esta semana y reflexionó sobre la importancia de las decisiones tomadas en el ámbito político local.
En contraste, el portavoz del PP de Santiago, Borja Verea, criticó nuevamente la propuesta del ejecutivo local, argumentando que la misma permitirá una «barra libre de VUT durante 60 días», considerándola como la peor decisión posible.
En nombre del gobierno, Iago Lestegás reiteró la necesidad de regular las viviendas turísticas y evitar la amnistía para aquellas que operan fuera de la legalidad, recordando que muchas otras ciudades, de diversos colores políticos, están tomando medidas similares.
Previo al debate, Estrella Ferreiro de la asociación de pequeños propietarios de VUT de Compostela expresó su preocupación por el cambio de criterio del gobierno local, que considera que está favoreciendo al sector hotelero sin dialogar con los propietarios que invirtieron en adecuar sus propiedades para ofrecerlas como viviendas turísticas.
Además, Pilar Sampedro de la asociación de Galeras defendió la aprobación de la norma que limita los alquileres turísticos para preservar la vida en la ciudad, evitando convertirla en un parque temático o un simple decorado.
«La ciudad debe ser habitada por quienes la cuidan», enfatizó, destacando que la proliferación de viviendas turísticas está reduciendo la disponibilidad de pisos para familias y estudiantes.