10 Personajes históricos que han recorrido el Camino de Santiago

El Camino de Santiago no hace distinción entre unos peregrinos y otros, todos somos iguales frente a las decenas, cientos (o incluso miles) de kilómetros que nos separan de la Catedral de Santiago en nuestra peregrinación. Sin embargo no es menos cierto que la historia del Camino de Santiago no se puede entender sin la figura de varios personajes históricos que lo han recorrido, siendo de gran ayuda en su difusión y popularización.

El mito del Camino de Santiago está inseparablemente unido a personajes legendarios como Alfonso II El Casto, el llamado «primer peregrino»; al obispo Teodomiro, quien supuestamente encontrara los restos del apóstol Santiago; los Reyes Católicos e incluso el sumo pontífice Juan Pablo II, apodado «el papa peregrino». Estos son solo algunos de los personajes famosos como peregrinos del Camino de Santiago, que han puesto su granito de arena para la difusión de las rutas jacobeas en todo el mundo (aunque hay muchos más).

Alfonso II de Asturias «El Casto» (760-842)

 En el año 824 el rey asturiano recorre la distancia entre Oviedo y Santiago de Compostela con su corte para acudir al lugar donde se afirma se han encontrado los restos del Apóstol, lo que le sirvió pasar a ser reconocido como el primer peregrino. La distancia recorrida por Alfonso II es lo que hoy conocemos como el Camino Primitivo, la primera ruta de peregrinación a Santiago.

Alfonso III de Asturias «El Magno» (852-910)

 Este monarca, que regió el Reino de Asturias durante más de 40 años fue uno de los mayores benefactores del sepulcro del Apóstol Santiago. Durante su largo reinado el Camino de Santiago comenzó a consolidarse como un gran centro de peregrinación cristiano en la Edad Media. La cruz de oro y pedrería de estilo asturiano que donó al Apóstol en Santiago de Compostela es una de las ofrendas más antiguas de las que hay constancia.

Santo Domingo de la Calzada (1019-1109)

Este personaje religioso, llamado originalmente Domingo García, es una figura fundamental para entender el desarrollo del Camino de Santiago gracias a sus contribuciones, aunque no se trate de un peregrino como tal. Dedicado a la asistencia al peregrino, suyo es el proyecto de construir por sí mismo una calzada para desviar la ruta jacobea hacia el sur -lo que se convertiría en el Camino actual- para evitar que los peregrinos tuvieran que atravesar sendas en muy malas condiciones, llenas de bandidos. En su contribución al Camino de Santiago además hay que añadir la edificación de un puente sobre el río Oja, un hospital de peregrinos y un templo en honor a San Salvador y Santa María.

Obispo Teodomiro (s. VIII-IX)

Obispo de la diócesis de Iria Flavia, Teodomiro fue avisado, según la leyenda, por el ermitaño Pelayo del descubrimiento de una estrella posada en un bosque cercano. Al acudir al lugar el obispo, presuntamente se descubriría el lugar donde reposaban los restos del Apóstol. Sería Teodomiro quien citaría al Alfonso II para acudir a Compostela, visitar el lugar y así avalar el descubrimiento.

Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragón (1452-1516)

En los últimos años de la Reconquista, los Reyes Católicos peregrinaron a Santiago en 1486 (en una época donde las peregrinaciones estaban ya en decadencia). Durante este viaje conciben la idea de crear un gran hospital de peregrinos para dotar de más medios a Santiago de Compostela, además de apoyar la reconstrucción del templo Santa María do Cebreiro, en la entrada de Galicia. Fueron los primeros monarcas hispanos en más de 100 años en peregrinar a la tumba apostólica; además promovieron mayor protección para los peregrinos -mandado perseguir a los bandidos- y establecieron salvoconductos para los fieles que peregrinaran a Santiago-

Aymeric Picaud (s. XII)

Fue un peregrino y religioso del siglo XII, conocido por atribuírsele la confección del libro V del Códice Calixtino, en el que se narra en primera persona una peregrinación de Francia a Santiago de Compostela. Por tanto se le puede considerar como el autor de la primera guía para peregrinos del Camino de Santiago; en ella aparece información sobre las ciudades jacobeas medievales y sus servicios y todo tipo de consejos prácticos.

Gotescalco,obispo de Puy (935-961)

El obispo de Puy -cargo que ocupó durante 30 años- y conde de Velay y de Briouce es conocido como el primer peregrino extranjero del que se tiene constancia, peregrinando en el año 951 a Santiago de Compostela. Fue un personaje de gran poder en Francia en su época, gozando de grandes privilegios, algo que demuestra el séquito con el que peregrinó a Santiago (una comitiva de alrededor de 100 miembros). Pese a las comodidades, su viaje podría considerarse como toda una aventura para la época, teniendo en cuenta la gran distancia desde la que se desplazó hasta Santiago.

Carlos I (1500-1558)

Del monarca Carlos I de España y V de Alemania nace el apelativo del Camino Francés como la «Calle Mayor de Europa». Muy recordado es el viaje de Carlos I hasta A Coruña para embarcarse camino de Alemania para ser coronado emperador. En su camino por el Camino visitó numerosas villas jacobeas como Vega de Valcarce, Ligonde o Triacastela, además de visitar Santiago para rezarle al apóstol antes de partir a A Coruña.

Felipe II (1527-1598)

Felipe II peregrinó a Santiago para visitar los restos del apóstol en 1554, permaneciendo en la ciudad 8 días antes de embarcarse a Inglaterra para contraer matrimonio. Durante su reinado se establecieron varias leyes restrictivas para las peregrinaciones con el fin de ponerles las cosas difíciles a los falsos peregrinos y controlar el flujo de caminantes. El resultado fue perjudicial para todos los peregrinos, incluidos los extranjeros, que debían solicitar una licencia de peregrino al entrar en España.

Juan Pablo II (1920-2005)

La influencia del papa Juan Pablo II en la renacida popularidad del Camino de Santiago a finales del s. XX es fundamental. Fue el primer papa en peregrinar a Santiago de Compostela en tiempo de su pontificado; lo hizo en dos ocasiones (1982 y 1989) con gran expectación, lo que impulsó definitivamente las peregrinaciones en años posteriores, sobre todo en años jacobeos.