10 julio, 2025
El Cabildo de la Catedral de Santiago ha elegido a su nuevo deán-presidente, cargo que asume el Muy Ilustre Sr. Manuel Jesús Formoso Fernández, quien sucede a don José Fernández Lago tras años de entrega y liderazgo al frente de la institución eclesiástica más emblemática de Galicia.
La elección se produjo el pasado martes, 8 de julio, en una sesión ordinaria del Excmo. Cabildo celebrada en el propio templo compostelano, conforme al artículo 58.1 de sus Estatutos. Asistieron los canónigos Fernández Lago, Lorenzo Santos, Temperán Villaverde, Álvarez Varela, Ferreiro Méndez, Formoso Fernández, Buide del Real, Suárez Gondar, Fernández Farto y Castro Lodeiro.
Una vez verificado que se cumplían los requisitos normativos y leídos los artículos correspondientes, se procedió a la votación. En tercera ronda, y tras superar la mayoría cualificada de dos tercios de los votos, Formoso Fernández resultó elegido de manera oficial. Su nombramiento fue ratificado al día siguiente, 9 de julio, por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto, tal como establece el canon 509.1 del Código de Derecho Canónico.
El cargo de deán-presidente tiene una duración de cuatro años, con posibilidad de renovación por otro período consecutivo. Entre sus funciones destaca la representación institucional del Cabildo, la presidencia de las celebraciones litúrgicas en la Catedral, la convocatoria y dirección de las sesiones capitulares, así como el velar por el cumplimiento de los estatutos.

José Fernández Lago
Homenaje a un legado
La elección de un nuevo deán marca también el cierre de una etapa. El Cabildo quiso reconocer y agradecer la labor de don José Fernández Lago, quien ha ejercido el cargo con ejemplar compromiso, sensibilidad pastoral y profunda vocación de servicio. Su paso por la dirección del Cabildo ha dejado una huella de serenidad, diálogo y firmeza en el acompañamiento espiritual de la Catedral y de toda la comunidad compostelana.
En los próximos días se anunciará la fecha de la toma de posesión del nuevo deán, que abrirá una nueva etapa en la vida del Cabildo catedralicio, con el reto de mantener viva la misión histórica, espiritual y cultural del primer templo de Galicia.