19 junio, 2024
Las obras de ampliación de la depuradora de aguas residuales de A Silvouta para Santiago de Compostela finalizarán en 2027, según el plazo establecido en el compromiso firmado este miércoles entre las distintas administraciones.
En un acto oficial, la alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín, firmó una adenda junto a la conselleira de Medio Ambiente y Cambio Climático, Ánxeles Vázquez, y el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco. En este acuerdo, la firma pública Acuaes, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asumirá el proyecto valorado en 60 millones de euros.
La adenda eleva al 80% el porcentaje de financiación con fondos europeos Next Generation, frente al 65% previsto inicialmente en el convenio de 2021. Esto reduce significativamente la aportación del Ayuntamiento, mientras que la Xunta mantiene su contribución de 10,8 millones de euros sin cambios.
Las obras, que deben concluir en dos años y tres meses, ampliarán la actual depuradora y aumentarán su capacidad para limpiar un 35% más de agua de la carga actual, permitiendo el saneamiento para una población de hasta 277.000 habitantes, según el ingeniero de Acuaes, Julio Somoza. Esto representará un tratamiento promedio de 51.000 metros cúbicos de agua al día, con capacidad de alcanzar hasta 64.800 metros cúbicos.
La nueva estación, que se construirá en terrenos colindantes sin interrumpir el funcionamiento de la actual, incorporará nuevas tecnologías, incluyendo un sistema de tratamiento con membranas. Además, aprovechará los residuos para generar biogás para autoconsumo de la planta y podrá utilizar los fangos con fines agrícolas.
La alcaldesa Goretti Sanmartín celebró que la adenda permitirá al Gobierno central canalizar unos 11 millones de euros adicionales, aliviando así la carga financiera del Ayuntamiento de la capital gallega. También destacó la necesidad de más inversiones para «renovar» las redes de suministro y las infraestructuras de la ciudad. Asimismo, aseguró que estará vigilante respecto al «cumplimiento de plazos» de las obras, dadas las demoras experimentadas en otros proyectos de infraestructuras.
La renovación de la depuradora de aguas residuales en la capital gallega ha sido un tema de amplia controversia política en el pasado, enfrentando a partidarios de ampliar la actual instalación con aquellos que favorecían una nueva instalación en O Souto, un proyecto evaluado en unos 60 millones de euros y finalmente descartado.