La sólida posición que ocupa a nivel nacional la Red de Calidad del Aire de Galicia, impulsada con el objetivo de garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en esta materia, fue puesta hoy en el foco por el gobierno autonómico, quien destacó que gacias a su constante proceso de renovación y ampliación, esta se ha consolidado como una de las más completas y avanzadas del país.
Durante una visita a la estación de calidad del aire ubicada en el Campus Sur de Santiago, una de las dos que operan en la capital gallega, la subdirectora xeral de Cambio Climático y Ordenación del Litoral, Teresa Bernal, resaltó que esta instalación es una de las más destacadas de Galicia y actúa como estación urbana de referencia para la Red autonómica.
La normativa vigente en calidad del aire tiene como objetivo evitar, prevenir y reducir los efectos nocivos de las sustancias contaminantes sobre la salud humana, el medio ambiente y otros bienes. Para garantizar el cumplimiento de estos objetivos, establecer mejoras y evaluar los resultados, se creó la Red de Calidad del Aire de Galicia, que actualmente cuenta con 47 estaciones públicas y privadas, distribuidas en distintas zonas para medir la contaminación.
Estas estaciones, que se clasifican según la fuente de emisión (tráfico, industrial o fondo) y la localización (urbana, suburbana o rural), desempeñan diversas funciones según su ubicación y la población que representan. En ellas se emplean analizadores automáticos que miden la concentración de contaminantes en el aire cada 10 minutos, datos que se reciben en tiempo real por el personal de la Red. Además, se ha establecido un sistema de seguimiento para que las estaciones privadas mantengan los mismos estándares que las públicas, cumpliendo con la normativa vigente.
Las estaciones y sus analizadores forman parte de la Red de Observación Meteorológica, que cuenta con la certificación ISO 9001:2008 para asegurar la calidad y trazabilidad de los datos, disponibles públicamente en la web de Meteogalicia. La red también cuenta con un sistema de alertas que permite al personal de calidad del aire reaccionar en tiempo real ante niveles elevados de contaminantes, generando avisos a la población y activando medidas correctivas para restaurar la calidad del aire lo antes posible.
En este sentido y según destaca la Xunta, Galicia mantiene desde hace años una buena calidad del aire, pero de cara a 2030, la Unión Europea trabaja en la fijación de nuevos valores límite para evaluar la contaminación ambiental. La nueva directiva comunitaria, alineada con las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecerá parámetros más estrictos para varios contaminantes, como el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el ozono y las partículas PM2.5 y PM10.
La futura normativa también modificará aspectos como los parámetros a monitorizar, los requisitos para el control y la modelización de la calidad del aire, la cooperación entre los Estados miembros en casos de contaminación transfronteriza y la elaboración de planes de calidad del aire.
Gracias a la robusta red de calidad del aire de Galicia y a los estudios que la Xunta está realizando, la comunidad se encuentra en una buena posición para enfrentar estos nuevos desafíos.