13 octubre, 2025
El planeta ha alcanzado ya su primer punto de no retorno climático, y se aproxima peligrosamente a otros que podrían tener consecuencias catastróficas. Así lo advierte un informe internacional publicado este lunes 13 por la Universidad de Exeter, en el que participa la Universidad de Santiago de Compostela (USC) junto con más de 80 instituciones de 23 países.
El estudio, elaborado por un grupo de 160 científicos y científicas, señala que con el calentamiento global a punto de superar los 1,5 °C, el sistema climático terrestre está entrando en una etapa crítica marcada por la inestabilidad de las capas de hielo, la degradación del Amazonas o el colapso de corrientes oceánicas vitales. Los autores advierten que incluso si la temperatura se estabiliza en ese límite, más del 99 % de los arrecifes de coral de aguas cálidas colapsarán, lo que supondría una pérdida ecológica sin precedentes.
“Lo que nos jugamos es la habitabilidad del planeta”, alerta el investigador Sebastián Villasante, de la USC, director del EqualSea Lab (CRETUS-USC) e Investigador Distinguido de GAIN-Xunta de Galicia, quien forma parte del grupo redactor del informe.
El documento concluye que estos puntos de inflexión climáticos representan una nueva clase de amenaza global frente a la cual las estructuras y acuerdos internacionales actuales resultan insuficientes. Los científicos están colaborando con la Presidencia de la COP30, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para garantizar que esta cuestión figure entre las prioridades del encuentro.
La próxima COP30 se celebrará en Belém, Brasil, en pleno corazón de la Amazonía, una de las regiones más afectadas por la crisis climática y símbolo del desafío que enfrenta la humanidad.
Pese a la gravedad del diagnóstico, el equipo investigador mantiene un tono de esperanza: “La Humanidad aún puede elegir cambiar y evolucionar hacia un futuro seguro, próspero y equitativo”, subrayan. Sin embargo, advierten que la conciencia social y las soluciones científicas, aunque alentadoras, no bastan sin voluntad política y cooperación global.
“Para conseguir un cambio de rumbo sin precedentes necesitamos unir los esfuerzos de la sociedad civil con la valentía política y el liderazgo de los países. Gobiernos, empresas, ciudadanía e individuos tienen todos un papel que desempeñar”, recalcan los autores.
En ese sentido, la Presidencia de la COP30 ha lanzado la iniciativa global ‘Mutirão’ —palabra portuguesa que significa “esfuerzo colectivo”—, destinada a impulsar la acción climática mundial y fomentar la cooperación entre sectores y territorios.
El informe también plantea una hoja de ruta de transformación urgente, centrada en activar lo que denomina “puntos de inflexión positivos”: procesos sociales y tecnológicos que puedan desencadenar cambios sostenibles a gran escala. Ejemplos de ello serían la expansión de las energías renovables, la movilidad eléctrica o la transición hacia modelos de producción limpia, tecnologías que ya han demostrado ser más baratas y eficientes que sus equivalentes contaminantes.
Una acción política coordinada en los denominados “puntos de súper apalancamiento” —sectores interconectados como la energía, el transporte o la calefacción— podría generar cascadas de cambio positivo que aceleren la transformación global.
Desde el EqualSea Lab (CRETUS-USC), los investigadores advierten que la velocidad con la que se alcanzan estos puntos de no retorno está siendo mucho mayor de lo previsto, y que el cambio necesario para frenar la crisis debe ser, literalmente, “sin precedentes”.
“El futuro del planeta depende de decisiones que debemos tomar hoy. No hablamos solo de proteger el medio ambiente, sino de garantizar la habitabilidad del planeta Tierra”, concluyen los autores.