José María Besteiro, un gallego universal que vino al mundo en Riotorto, se consagró en Madrid, se formó en Boston y acaba de publicar un libro calificado de excepcional por la prensa madrileña
31 marzo, 2024
José Besteiro acaba de publicar Francisco Umbral, manual de instrucciones, uno de los libros del año.
ABC le dedicó la contraportada y José F. Peláez, el articulista de moda, escribió que era una sobredosis de belleza. Jaime Bayly, por su parte, dijo es una pequeña obra de arte que le hubiera gustado escribir a él, y Darío Villanueva afirma que es un texto espléndido que aporta una recreación original y sumamente brillante de la personalidad del autor de Mortal y Rosa.
Blanca Andreu tituló su libro de poemas más famoso como De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall.
La historia de Besteiro es la de un niño de provincias que cuando era adolescente se fue a Madrid para vivir en un Umbral. Corría el año 1981 y Besteiro pasó de las aulas del instituto de Lugo al Congreso de los Diputados para entrevistar a ministros como Fernández Ordoñez y al alcalde Tierno Galván. Todo ello por obra y magia de su admirado escritor, que había perdido un hijo y ejerció como su padrino en la capital de España, fascinado sin duda por la ilusión de aquel joven letraherido al que le dedicaba sus libros con fe en su talento y su juventud.
Besteiro dice que por entonces se sentía como Mia Farrow en La Rosa Púrpura del Cairo cuando el protagonista baja de la pantalla al patio de butacas para rescatarla, pero finalmente abandonó la literatura y se marchó a la Universidad de Boston para dedicarse al mundo de la televisión. En este medio ha producido y distribuido más de mil horas de series de éxito para todas las cadenas nacionales (Géminis para TVE, Sin tetas no hay paraíso para Tele 5, Nada es para siempre y Pasión de Gavilanes para Antena 3), además de Libro de familia, la serie más longeva y exitosa del prime time de TVG. Sin embargo, nunca olvidó a su maestro y ahora vuelve al mundo de las letras para dedicarle un espectacular homenaje. Umbral, por cierto, fue el inspirador del anterior libro del autor de Riotorto, Un hombre que se parecía a Cunqueiro.
-¿Cree que Umbral pasará a la posteridad ?
-Yo siempre digo que Umbral, como la Iglesia, tiene los siglos contados. Hay escritores/termómetro y escritores/termostato. Los primeros le toman la temperatura a la realidad y los segundos se la cambian. Umbral pertenece claramente a estos últimos.
-¿Qué valoración le merece su obra ?
-Tan solo por haberse anticipado a la autoficción y a la posmodernidad ya merece un monumento. También fue un gran renovador del lenguaje. Antonio Mingote opinaba que era el más importante desde Cervantes.
¿Cuál era el secreto de su escritura?
Sabía que en la literatura estaba todo hecho, pero todo por rehacer, y se aplicó a ello sin descanso. No era un científico del idioma, sino un ingeniero del lenguaje (ingeniero viene de ingenio) o si lo prefiere, un jardinero de la lengua, como Cunqueiro.
-Defina de una manera rápida las memorias de Umbral.
-Umbral no quería hacer novelas, sino deshacerlas, pero si no hay más remedio ahí va: Quevedo con motor Proust
¿Cómo definiría su articulismo?
Poesía más humor, o si lo prefiere, lírica más ironía. Igual que hay cine de autor, él escribía periodismo de autor, otro género literario. Tambíen se puede calificar como literatura de contrabando.
¿Y la fórmula de sus artículos?
-La carpintería la tomó de Ruano. La columna es como una morcilla. La atas bien por los extremos y dentro metes lo que quieras.
¿Cuáles diría que son las etapas de su articulismo?
El perezumbralismo, que es una suerte de costumbrismo con apuntes del periodismo yeyé que aprendió en Pueblo, el columnismo pop que cultivó en El País, y la glosa posmoderna, que es la que ejerció en El Mundo.
¿Algo que no se haya dicho de sus artículos?
-Nadie ha observado bien lo que sus artículos tenían de diarios y de folletín. En el fondo, el protagonista era él y siempre querías saber lo que le iba a pasar al día siguiente. El gancho ( o Cliffhanger ) era él y eso es lo que le daba continuidad a sus columnas.
-¿Por qué engancha tanto ?
-Porque escribe con imágenes. Es la marca de la casa. Si dices que el Mercadona es el Escorial de las salchichas o que la Vespa es un bidé con ruedas o que Brigitte Bardot es un precioso pecado mortal ya no necesitas decir nada más. Dante escribía como pintaba El Bosco y Umbral escribía como pintaba Dalí.
-¿Y el secreto de su estilo?
La intensidad. Daba titulares continuamente. No había un sólo párrafo sin una frase brillante. Quien copia a uno es un plagiador, pero quien copia a cincuenta es un genio ( Picasso). También era un cazador de metáforas.
-Por qué ha dicho que su prosa era pegadiza como la canción del verano?
-Porque engancha y porque Umbral tenía el mejor solo de guitarra del periodismo español. Ese solo sonaba como una metralleta en medio de un concierto de música clásica.
¿El mejor consejo que le dio?
Desgraciado el discípulo de un sólo maestro.
¿Y su gran truco?
Hacernos creer que era un dandy cuando en realidad se trataba de un quinqui vestido de Pierre Cardin. Ese era su gran relato, o story telling. Se lo dijo Oriana Fallaci : te pareces a Paganini, pero comes como un camionero.
-Usted distingue entre persona y personaje
-Claro, una cosa es Paco ( o Pérez, que su apellido original) y otro es Umbral. Una cosa es el peatón, que come y hace pis, como las muñecas de Famosa, y otra es el escritor/espectáculo, que va de escritor incluso cuando no escribe.
-¿Cuál era el secreto de su marketing?
-Quien no es diferente, resulta indiferente. Lo tenía clarísimo.
¿Quién fue su maestro de marketing ?
Cela, Dalí y Wilde, que es una de sus influencias menos citadas, tanto en lo literario como en la mercadotecnia: el escritor es un actor. Y por eso usa la ropa como si fuera un adjetivo. Es su manera de decorarse. Era un escritor con maneras de estrella de rock. El Rolling Stone del periodismo español
De izquierda derecha, los actores José Mota y Carlos Iglesias, el cantante Carlos García Boente y el gallego José María Besteiro, que se consagró como escritor y cineasta
-Uno de los momentos claves de su carrera literaria
-Cuando descubre que una columna es un escaparate y decide convertirse en el protagonista de la falsa crónica social que protagoniza. No sólo se promociona, sino que encima le pagan ( y muy bien) por ello.
¿Qué parte le gusta más de su obra ?
Sus diarios íntimos. Era el rey de la literatura selfie. Cuando convierte sus gatos en tigres y descubre que no hace falta ir a la selva, como Hemingway, para convertir tu vida es una aventura. Es lo que yo he bautizado como la épica en pijama. Con todo, su striptease era controlado. Sólo enseña lo que quiere. Como Fellini, se inventaba su vida para luego poder contarla.
¿Por qué lo dice?
Porque sabemos casi todo de su vida pública y privada, pero casi nada de su vida secreta. Esa sólo asomo en páginas muy contadas, como cuando va al cementerio a visitar a su hijo muerto en compañía de su esposa y en la correspondencia que mantuvo con Delibes.
El momento más delicado que vivió con él
Cuando se me ocurrió decirle que su frase más famosa ( “estoy oyendo crecer a mi hijo” ) estaba inspirada par aquella otra de Oscar Wilde que dice que su hermana muerta está oyendo crecer los lirios. Me di cuenta de que había metido la pata y no sabía dónde meterme.