18 octubre, 2024
Con motivo del Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra el 20 de octubre, el Colegio Oficial de Médicos de A Coruña y varias sociedades científicas han presentado un manifiesto en Santiago para abordar los retos y avances en la prevención y manejo de esta enfermedad, que afecta a casi tres millones de personas en España.
Durante la rueda de prensa, los expertos destacaron la carga sanitaria y económica que supone la osteoporosis en el país, con 285.000 fracturas por fragilidad registradas en 2019, y un gasto de 4.300 millones de euros. De no intervenirse, se prevé que estas cifras aumenten un 30% en los próximos 15 años debido al envejecimiento de la población.
El manifiesto subraya siete puntos clave para mejorar la atención a los pacientes y reducir el riesgo de fracturas por fragilidad. Entre las prioridades está la sensibilización de los profesionales sanitarios y la sociedad sobre la importancia de la salud ósea, la formación continua en la gestión de la osteoporosis y la promoción de hábitos saludables. Los expertos también abogan por una detección precoz de las personas en riesgo y la creación de Unidades de Coordinación de Fracturas, con el objetivo de mejorar la adherencia al tratamiento y reducir nuevas fracturas.
La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, especialmente entre mujeres mayores de 50 años. Según datos del informe de la Fundación Internacional de Osteoporosis, en España el 23% de las mujeres mayores de 50 años la padecen, frente al 7% de los hombres. Además, más de 1,1 millones de mujeres con alto riesgo de fractura no reciben tratamiento, a pesar de la disponibilidad de medicamentos efectivos.
Los expertos enfatizaron que la implementación de Unidades de Coordinación de Fracturas contribuiría significativamente a reducir la incidencia de nuevas fracturas, mejorar la calidad de vida de los pacientes y disminuir los gastos asociados al tratamiento de la osteoporosis. Estas unidades están vinculadas a una mayor adherencia al tratamiento y una mejor supervivencia en pacientes mayores que ya han sufrido fracturas.
En conclusión, reforzar la prevención, el diagnóstico precoz y la gestión integral de la osteoporosis no solo mejoraría los resultados de salud de los pacientes, sino que también reduciría el impacto económico de esta enfermedad en una sociedad cada vez más envejecida.