24 junio, 2024
Dicen de ella personas cercanas, que en la genética de esta mujer, nacida en Fene, 53 años, luchadora vocacional, licenciada en Derecho, hija de padre sindicalista, priman la lucha de clases y reivindicación permanente. Pero, por lo que nos llega, no atraviesa sus mejores días en política, y menos desde la debacle en las Europeas. Algún íntimo cree que en ella hay más paja que grano, y que no es oro todo lo que reluce. Además, tiene bien ganada fama de quebrar, políticamente, todo lo que toca. Pasó de Podemos a crear Sumar (hoy en decadencia), cuando una de las formaciones fagocitó a la otra, y ahora al revés. No está en su mejor momento. Hasta el punto de que alguna de sus más recientes iniciativas han sido puestas en cuestión nada menos que por tres organismos internacionales. La OIT (Organización Internacional del Trabajo), OCDE (Cooperación y Desarrollo Económico) y el FMI (Fondo Monetario Internacional). Poner en cuestión sus medidas a la vez, impresiona. ¿En qué mundo feliz cree que vive nuestra paisana?