6 septiembre, 2024
Las reacciones ante las últimas palabras de Vinicius Jr han llegado en tromba y desde diversos sectores que van más allá del fútbol. En Brasil poco menos que se trata de un asunto de Estado, mientras que en nuestro país ya va camino de serlo ante la insistencia del futbolista en señalar a toda España como racista.
No solo eso, sino que el del Real Madrid llegó a afirmar que, precisamente por esta situación, la FIFA debería plantearse con cambiar el próximo Mundial 2030, que se celebrará en España, de sede.
¿De qué sirve estigmatizar a todo un país como racista por culpa de cuatro inadaptados?, ¿acaso es justo?. ¿Acaso no existe un mayoritario sector dentro de nuestro país que asume el problema del racismo como algo grave e inaceptable y actúa en consecuencia?, ¿no hacen lo mismo instituciones, organismos deportivos y clubs?
Resulta evidente que todavía queda trabajo por hacer y que ni el fútbol ni la sociedad en general se encuentran aún completamente libres de la lacra del racismo, pero afirmaciones y generalizaciones como esta no parecen la mejor idea para contribuir a esta lucha.
¿Acaso no hay racismo en Brasil?, ¿en todos los países en los que rueda y se patea un balón?, ¿acaso llevarse el Mundial de España sería la solución para poner fin a esto? La respuesta parece clara.