Sober atesora miradores, iglesias, vides y la cerámica de Gundivós

El municipio de Sober es rico en miradores sobre el cañón del Sil y el Cabe, iglesias románicas, vides y la cerámica negra de Gundivós.

Destacamos los miradores, de los cuales cabe destacar Pena do Conde con un puente que une las provincias de Lugo y Ourense. También existen el de Souto Chao, de Pena do Castelo, de Santiorxo, de Duque, de Boqueiriño o de Cividades. Todos con vistas de ensueño sobre el cañón del Sil.

Entre las iglesias destaca la de A Virxe de Cadeiras, del siglo XVIII, a 601 metros sobre el nivel del mar y en forma de silla. La de San Martiño de Doade, del XVIII también, procede de un templo románico. Del XII es la capilla de Santa María de Proendos, con una cruz de Malta en su exterior. Otra románica es la de San Vicente de Pinol, del XIII.

El municipio es conocido en Europa por su cerámica de Gundivós y su vino de Amandi. La de Gundivós es una de las tradiciones alfareras más antiguas de Europa. Son piezas preciosas de barro color negro con formas prerromanas y técnica ancestral. Es una labor milenaria entrelazada con la viticultura heroica pues se trataba de hacer vasijas para depositar el vino.

Las piezas de arcilla salidas del torno de Gundivós han abastecido la vida cotidiana de las familias. Esta cerámica combina formas únicas con funcionalidad.

La localidad destaca además por sus vides de Amandi, con 29 bodegas inscritas en la denominación de origen Ribeira Sacra. Una auténtica joya para los amantes del buen vino.