22 septiembre, 2024
Comentaba el siempre bien informado Eduardo Inda que el presidente Pedro Sánchez copió al dictador Franco creando un Registro de Medios con el propósito –aparte de otros inconfesables- de dictaminar quienes son periodistas y quienes no merecen serlo desde su óptica. Y se preguntaba, ¿regresa la España negra de la censura? Pues no estamos libre de que así sea. La comisión ministerial creada al efecto, con el liderazgo del jesuítico y nada de fiar Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y Justicia, la componen Ernest Urtasun, de Cultura; Fernando Grande-Marlaska, de Interior; María Jesús Montero, de Hacienda; Carlos Crespo, de Economía, y Óscar López, de Transformación Digital. Media docena de pesos pesados; parecen muchos, ¿para qué?
Los ciudadanos pagamos con nuestros impuestos sus nóminas, seguridad social, primas, dietas, viajes, asistencia a todo tipo de actos dentro y fuera de España y ahora los dedicamos a una función específica más, ¿Con qué objeto? La respuesta está clara: porque la esposa del presidente, doña Begoña Gómez, está siendo investigada por la Justicia. Es el origen de todo lo demás. La hipótesis es más que razonable. En todos los años que Sánchez lleva ejerciendo como primera autoridad política del país en ningún momento se le ocurrió nada semejante. Esta caza al periodista es un aviso a navegantes: ¡¡si vais a por mi mujer me vais encontrar a mí!!
Comenzó pues el primer capítulo de la caza de brujas a empresas y periodistas. Regresa la España negra. El franquismo obligaba a los editores a presentar tres ejemplares de las ediciones impresas a censura previa, antes de su distribución a suscriptores y kiosqueros. ¿Qué nos espera ahora? Habrá que estar con las antenas muy alerta.