17 agosto, 2024
Un personaje, don Agustín. Además de consagrarse como conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras del Gobierno Gallego (2009-2014), ejerció como alcalde de Santiago. No es raro dada su formación. Es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, para lo que se necesita un cerebro privilegiado, saber mucho de ciencia y equilibrios y sudar la camiseta para conseguir tan preciado título.
Fue uno de los mejores «ministros» de la Xunta en su especialidad (elconselleiro eficacia, se decía de él). No perdía el tiempo en actos inútiles. Como Fraga, iba directo, al grano, nada de restar ni un minuto a sus obligaciones. Así se ganó a pulso el prestigio de excelente gestor; fama bien merecida. Atlético y rápido, ganó no solo en la universidad sino en carreras pedestres de renombre. Siempre el primero.
Después, los años pasados al frente de la alcaldía de Santiago le sirvieron de poco. Trabajó duro pero no siempre la capacidad de organizar y decidir tiene que ver con las simpatías del pueblo llano. Abandonó la tarea de ser el chico de la película e inició un suave descenso en ese mundillo raro para hacer lo que sabe muy bien: la técnica y las grandes infraestructuras.
Acaba de escribir en el diario de más difusión de Galicia un artículo muy interesante a propósito de lo que califica como «día histórico». Se refiere, con rigor porque de él dependió la obra, a los cinco kilómetros de la variante de Noia, incluido el nuevo viaducto sobre la ría, que fue celebrado, y sigue siendo, uno de los acontecimientos más extraordinarios de la última década y media, no solo para la zona sino para los 100.000 habitantes de Santiago que ya tienen más cerca su salida al mar.
Un tipo grande, el Sr.Fernández de Rojas. Sin duda. Felicidades, hermano.