9 agosto, 2024
Estas palabras podrían haber sido pronunciadas por el último de los grandes aventureros, Heinrich Harrer, conocido por su libro, Siete años en el Tíbet que lo han convertido en toda una leyenda. Según las últimas cifras se han vendido unos cuatro millones de ejemplares en todo el mundo y ese ha sido el motivo por el cual el actor, Brad Pitt hizo de protagonista en una película basada en este mismo libro.
¿Y en nuestro país tenemos aventureros?
Desde 1996, Iñaki Preciado Idoeta ha esta continuamente yendo y viniendo al país de las Nieves.
“Fue entonces cuando subí por primera vez al ‘pequeño’ Tíbet. Y digo subir más que por la altura, por las dificultades que ese viaje conlleva”
Doctor en Filosofía, es tibetólogo y pionero de la actual sinología española. Después de trabajar tres años en la China de Mao Zedong, regreso a España, donde en 1976 comenzó su labor de traducción de las obras más relevantes de aquel país. En 1983 inicio sus estudios de lengua y cultura tibetana y en 1994 público la primera versión directa al castellano de una obra tibetana, La vida de Milarepa
“Actualmente, Milarepa es uno de los grandes ascetas, de los grandes personajes de la mística tibetana. Tengo un gran interés por la conversión de ahí que me haya interesado este personaje. A modo de ejemplo podemos citar la famosa conversión de Saulo en Pablo de Tarso y tantos otros”
Y fruto de sus viajes ha sido, En el país de las nieves
“El Tíbet es un lugar mágico, y lo digo y repito aunque pueda parecer un tópico. Pero esas mágicas vibraciones, ese magnetismo que te penetra no se alcanza en Lhasa. En este libro hablo de algunos – no todos los viajes por el Gran Tíbet, que comprende tanto la denominada Región Autónoma del Tíbet, como las regiones habitadas por los tibetanos de las provincias chinas de Sicuani, Qinghai, Yunnan y Gansu, abarcan estos viajes un período de unos cuatros años.”
Le gusta llamar a las cosas por su nombre.
“Lo que afirmo, en síntesis, es que si bien es cierto que no hay libertad política, si la hay religiosa. Si trasladamos el número de monjes tibetanos a los términos de una población como la española serían como un millón y medio de curas en nuestro país. Conozco un monasterio el más grande en que allí hay ocho mil monjes”
Ya estas en el Tíbet. Ahora el problema es como seguir. No hay autobús, pero al experto trotamundos le basta subirse a un camión y cruzar los dedos para que no le pillen en un control. En cuanto a lo que el hombre propone. Luego está lo que el tiempo dispone. Y a veces dispone que durante días no haya manera de viajar, al estar cortada la carretera por la nieve o por las aguas.
Entre viaje y viaje ha tenido tiempo para publicar otras obras donde se llena de pasión al escribirlas… y dan lugar a Bon. La sabiduría Mágica del Tíbet “Tras un pormenorizado estudio histórico y doctrinal del Bon, en este volumen se exponen además numerosas conexiones y paralelismos que el autor ha creído descubrir entre el ideario del Bon y muchas otras creencias y sabidurías tanto del mundo antiguo como del moderno”
En una de sus últimas aportaciones ha escrito Adiós Tibet, adiós. La agonía del pueblo tibetano (2013) “donde he narrado mis peripecias más intensas en el País de las Nieves. Los sufrimientos del pueblo tibetano bajo la ocupación China y las circunstancias de su expulsión”
“El mal de altura me llevo al hospital en cuatro ocasiones. La primera de ellas atisbé el placentero transito mientras se contemplaba el profundo azul del cielo tibetano contra el que se recortan los perfilados contornos de las verdes montañas de Lhasa. Un año antes, me contaron, en el mismo hospital, una anciana belga se había ido, feliz. ‘Morir en el Tíbet, ¿dónde mejor?’ Fueron sus últimas palabras”.