5 septiembre, 2024
Vi en este agosto niños muy pequeños paseando la ciudad con papá y mamá, con sus ojillos bien abiertos. Fuimos nosotros también a hombros de papá a su hora. Ogaño son papás tatuados, en shorts y con barba quienes pasean mansamente a sus cachorros confiados y con mamá atenta. Les deseo un crecimiento seguro. Pero el pasado día 8 de este mes hubo la aprobación en la ONU de una ambigua Convención contra la Ciberdelincuencia: persigue prácticas criminales contemporáneas para bien general. Pero de su texto yo rechazo el artículo 14, que trata de la producción y distribución de contenidos sexuales que incluyan niños. Ese artículo a una ventana a la pedofilia: acepta la difusión de ese material cuando la relación con niños abre una ventana a la pedofilia por la vía de ‘las excepciones’: las exhibiciones sexuales con niños son aceptadas cuando la relación con ellos haya sido consentida.
Aducir ‘sexo consentido’ aúpa en el futuro a los depredadores sexuales. El ‘consentido’ es palabra llave y ambigua en el entorno super erotizado contemporáneo. Sabemos lo fácil que es confundir a un menor y seducirlo con arrumacos y promesa. Los adultos algo reflexivos sabemos los tropiezos zigzagueantes por los que pasamos hasta asegurar la identidad sexual: tuvimos que aprender a descubrir atracciones degradantes y cómo orillarlas. Y agradecemos los criterios morales que nos enseñaron y evitaron neurosis adultas.
La naturaleza tiene ritmos para iniciar la curiosidad en los menores. Padres y educadores nombran a lo desconocido y explican anatomía y fisiología. La Convención ONU sobre derechos del niño, (1959, art. 34) dice que ‘Los Estados lo protegerán al niño contra la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales y contra su explotación en espectáculos o materiales pornográficos’. Ahora 57 países han votado liberalizar la difusión de contenidos sexuales explícitos consentidos. Con la mención de esa manifestación de voluntad voluble que es lo ‘consentido’ una sombra de corrupción moral se extiende sobre nuestro mundo.