19 octubre, 2024
La historia nos dejó aquella preciosa imagen del perro aplicando el oído al altavoz del gramófono, simulando escuchar la voz de su amo. Bella imagen del sello musical creado por The Gramophone Company , que invadió el mundo de la música, allá por el año 1.946. En la Moncloa, nada de temas musicales. En cambio, tenemos la monserga falaz y programada de la Portavoz del Gobierno que, como hace unos días, hoy y siempre, está predispuesta a convocar la prensa para contarle sus mentiras gubernamentales. Lo hace con desparpajo y bellaquería, sabiendo que, al hacerlo así, está obedeciendo a la voz de su amo, el presidente. Y, de paso, llenando la oronda cavidad mensual de su bolsillo.
La Portavoz de su Amo, doña Pilar Alegría, nos sumerge en la tristeza de oír sin escuchar, las más de las veces, sus artificiales verdades fabricadas en la mesa de Moncloa. La figura de la portavocía fue creada por el gobierno socialista del señor González, en el año 1.988, con el fin de informar al ciudadano de las actividades del gobierno.
Buena finalidad, si se cumpliera, cargada de verdad y orientada exclusivamente al beneficio del votante, y no a los intereses de partido, como sucede en la actualidad. Maestros de la propaganda, estos sanchistas malgastan su tiempo en las salas de Moncloa, inventando letras para sus monótonas canciones y les salen frases sueltas y palabras barnizadas con insultos dedicados a la oposición, cuando los aires son contrarios y huele a podrido en los pasillos de palacio. Les diré unas cuantas: bulo, lodo, crispación, fango y corrupción. Esta última, dice el presidente, que va de la A de Ayuso a la Z de Zaplana, a cargo del PP. O sea: todo un diccionario de acciones delictivas cometidas por lo conservadores.
Poco oportuno nos parece el chiste, ahora que los jueces andan haciendo cosquillas al honor de la gran familia monclovita y no está la cosa para bromas. Inventan y tergiversan y encargan a la Portavoz de su Amo que salga ante las cámaras a desmentir lo que es verdad palmaria, a difundir la mentira y a sudar los pertinentes cargos de conciencia, si es que la tienen. Todo está previsto y la trama se adorna con una sonrisa y un aplauso en las bancadas. Todos cumplen el papel asignado en la comedia. Mientras tanto, ¿quién gobierna? Que responda la Portavoz de su Amo.