
8 octubre, 2025
Ser joven hoy en Galicia -y en España en general- es un ejercicio constante de equilibrio. Entre la pasión por lo que queremos hacer, las expectativas familiares y la presión de un mercado laboral cada vez más competitivo, a veces se siente que avanzamos sobre una cuerda floja. Nos dicen que tenemos todo a nuestro alcance: información, oportunidades, experiencias. Pero al mismo tiempo, parece que siempre estamos corriendo detrás de algo que nunca termina de alcanzarse.
Muchos vivimos en un constante tira y afloja: queremos formarnos, viajar, explorar y construir un futuro sólido, pero la precariedad, los contratos temporales y la necesidad de “triunfar rápido” complican el panorama. No se trata solo de dinero o estabilidad: es también la búsqueda de identidad, de pertenencia y de propósito, algo que no se mide en cifras ni resultados inmediatos.
Esta etapa está llena de contradicciones. Por un lado, sentimos la energía y la capacidad de cambiar nuestro entorno; por otro, a veces enfrentamos la frustración de no ver resultados inmediatos de nuestros esfuerzos. La incertidumbre es casi una compañera constante, y aprender a convivir con ella es parte de crecer. Pero también es una oportunidad para experimentar, equivocarse y descubrir nuevas formas de relacionarse con la vida y con los demás.
La juventud se convierte, entonces, en un espacio de exploración y resiliencia, donde aprender a priorizar lo que nos hace bien, elegir nuestras batallas y establecer lazos verdaderos con quienes nos importan es más valioso que cualquier reconocimiento externo. Es una etapa de descubrimiento personal, en la que cada experiencia, incluso las difíciles, aporta piezas al rompecabezas de nuestra identidad.
Al final, estos años de formación no son solo una etapa de oportunidades: es un momento para descubrir quiénes somos, qué queremos y cómo queremos estar en el mundo. Cada experiencia, cada decisión y cada paso que damos ayuda a construir ese lugar propio donde, poco a poco, todo encuentra sentido. La clave está en avanzar con conciencia, aceptando la incertidumbre y valorando lo que realmente nos define.
Foto de archivo con el director artístico del Festival de Sanremo, Amadeus (izda), el músico italiano Beppe Vessicchio (3-izda) con miembros de la banda italiana Le Vibrazioni y la cantante Sophie Scott (3-dcha) de la banda británica Sophie and The Giants en el escenario del teatro Ariston durante el 72º Festival de la canción Italiana de Sanremo, en Sanremo, Italia, 04 de febrero de 2022. EFE/EPA/Riccardo Antimiani