1 abril, 2024
El panorama de canales de comunicación e información, con el gran crecimiento de las redes sociales, se ha ido extendiendo hasta niveles inimaginables. Es muy raro que cierre un medio de comunicación y, sin embargo, siguen surgiendo otros nuevos. En un saturado Madrid, por ejemplo, vemos cómo en los últimos años han iniciado allí su andadura con proyección nacional “El Debate” y “El Periódico de España”, que cerró hace unos días su edición impresa. Ante tan amplísimo panorama informativo, ¿qué exigir a un medio de comunicación para que sea fiable y que, en verdad, nos aporte conocimiento? No resulta fácil. Aquí van algunas reflexiones:
a) El medio ha de partir de informaciones ciertas, contrastables. Que la información se construya sobre datos verdaderos, sin hacer interpretaciones que distorsionen la realidad. Que se exponga lo relevante de lo que se informa, distinguiéndolo de los aspectos secundarios o insignificantes. El compromiso con la verdad ha de ser intocable.
b) El informador o comunicador ha de respetar los hechos, la naturaleza de las cosas y de las personas. Por ejemplo, si se practica la justicia, que implica dar a cada uno lo suyo, respetar lo que corresponde a la innata dignidad de la persona humana. Dar toda la información y valoración objetiva que permita al lector hacer un juicio personal. Si se habla de aspectos concretos negativos de una persona, no cabe la injusta extrapolación o descalificación a otros ámbitos de su vida. El compromiso de limitar los juicios a los aspectos de la persona que se están valorando ha de ser intocable.
c) El receptor de la información podrá así hacer unos comentarios libres, consecuencia de sus reflexiones sin interferencias, con una crítica argumentada y constructiva.