Alto el fuego, llega la Ascensión

Cuánta falta hace motivar a nuestros políticos para que hagan suya esta frase.

Vivimos en la crispación y el enfrentamiento diario, que aborrece a todas y todos. Una Compostela que vive nuevos tiempos. ¿Mejores?, ¿Peores? Tal vez, otros tiempos. Dejémoslo ahí. Pero, de verdad, aburren.

Hoy sabemos que la intención de voto está estancada y posiblemente, también aburrida.

Un PP en sus once, siete para el BNG (más bien para Goretti), cinco para el PSOE (no sabemos para cual de ellos…) y dos para María Rozas y su CA. En esas supuestas elecciones a día de hoy, más de lo mismo. O sea, otros tiempos.

Miren, resido en la zona monumental y allí siguen las meadas en la calle, el verdín sobre las pierdas, las peleas de los indigentes en la Puerta del Camino, las pintadas en puertas y portales, los peregrinos siguen llegando, la falta de papeleras también, la misa de siete en San Agustín, puntualmente y Cepeda haciéndole frente a la llegada del Carrefour en el antiguo El Correo Gallego.

La Plaza de Abastos se convirtió en parque temático de los turistas que no son peregrinos, la falta de aparcamientos -un clásico -, y los estudiantes de noche, campando con sus estridentes voces adobadas de cubatas de botellón, contribuyen en nuestro NORMAL descanso.

Es por ello que pido un ALTO EL FUEGO por la Ascensión y que la Carballeira de Santa Susana, bañada de frondosos carballos, cubra de fresca y reparadora sombra, los platos de pulpo a Feira y que las peleas políticas, sólo sean por elegir tinto barrantes o blanco del Ulla. Eso sí, échenle gaseosa, que todo lo suaviza.

Lo demás está por llegar. Disfrutemos de la Ascensión. Yo con los caballos.