7 julio, 2025
os restos mortales de Lola González Díaz, conocida cariñosamente como Lola da Pena de Gundivós, serán despedidos este lunes con una misa funeral y posterior sepultura, tras su fallecimiento a la edad de 111 años en Monforte de Lemos, la localidad donde residió durante los últimos años de su vida. Antes de trasladarse a Monforte, Lola había pasado prácticamente toda su existencia en el municipio vecino de Sober, en pleno corazón de la Ribeira Sacra lucense, donde era muy querida y respetada por toda la comunidad.
Según informó el Ayuntamiento de Sober a través de un comunicado oficial, Lola da Pena celebró su 111º aniversario el pasado 23 de mayo, un hito que la convirtió en la persona más longeva de Galicia y en una de las cinco personas de mayor edad de toda España. Este récord no solo es testimonio de su fortaleza y vitalidad, sino que también la transformó en un símbolo de la memoria viva de la comarca.
Lola deja un legado de afecto y ejemplo entre los suyos. Le sobreviven una hija, una nieta y una bisnieta, quienes junto al resto de sus familiares y vecinos la despedirán este lunes. La ceremonia tendrá lugar en la iglesia parroquial de Gundivós a partir de las 19:00 horas, y sus restos descansarán en el cementerio de la misma parroquia, en el lugar donde ella pasó gran parte de su vida y donde tanto se la recordará.
El Ayuntamiento de Sober ha expresado públicamente su profundo pesar por esta pérdida y ha trasladado sus condolencias a la familia, a la que acompaña en estos momentos de dolor. La partida de Lola deja un vacío en la comunidad, pero también el recuerdo imborrable de una vida larga y plena, profundamente ligada a la tierra y a las gentes de la Ribeira Sacra.
La menor, perteneciente a una comunidad romaní, fue trasladada a Cataluña, donde permaneció bajo el control de la familia compradora con el propósito de consumar el matrimonio forzado. La chica, que se encontraba sin escolarizar, fue obligada a ejercer la mendicidad como forma de aportar dinero a la familia compradora