Francia frena a la extrema derecha y da la victoria a la izquierda en las elecciones legislativas

El éxito del NFP representa un importante obstáculo para la extrema derecha, gracias al «cordón sanitario» formado por los bloques de la izquierda y el macronismo. Sin embargo, para alcanzar la mayoría absoluta de 289 diputados en la Asamblea Nacional, el NFP necesitará el apoyo de la coalición de Macron.

Tras conocerse los resultados, Mélenchon instó a Macron a llamar al NFP a formar gobierno, destacando que «nuestro pueblo ha descartado la peor solución». Esta declaración fue hecha en medio de una celebración de La Francia Insumisa en Rotonde Stalingrad.

El primer ministro, Gabriel Attal, anunció su dimisión una hora y media después de conocerse los resultados, afirmando que no aceptaba la disolución de su cargo. Macron, por su parte, ha decidido no nombrar de inmediato a un nuevo primer ministro, prefiriendo esperar a que la Asamblea Nacional se consolide.

En el campamento del RN, el ambiente fue de desilusión, ya que esperaban una victoria que no se concretó. Marine Le Pen criticó a Macron, señalando que los acuerdos electorales con la izquierda perjudican al país. Jordan Bardella, candidato de RN a primer ministro, destacó el avance histórico de su partido pero reconoció que los números no son suficientes para una mayoría absoluta.

Ahora, la incertidumbre gira en torno a si habrá una coalición, cohabitación o un Ejecutivo técnico, y cuándo se formará el nuevo gobierno. Macron debe postular a un primer ministro antes de la primera sesión de la Asamblea Nacional el 18 de julio. No puede convocar nuevas elecciones hasta dentro de un año.

La participación en las elecciones fue alta, con un 59,71% a las 17:00, superando la primera vuelta y los registros de 2022. Esta movilización fue especialmente notable en provincias como Bouches-du-Rhône, Corrèze y Cantal.