9 septiembre, 2024
Tal como habíamos adelantado en el Diario de Santiago el mes pasado, finalmente este fin de semana se oficializó el traslado de la Sede Primada de la República Argentina a la ciudad de Santiago del Estero, fundada por Francisco de Aguirre el 25 de julio de 1533 y bautizada de esta manera en homenaje al Santo Patrono. De esta manera, luego de 88 años y por decisión del papa Francisco, la Ciudad Buenos Aires dejó de ser la Sede Primada de la Iglesia Católica, que a partir de ahora tendrá lugar Santiago, «la madre de las ciudades», al ser el núcleo poblacional más antiguo fundado en tierras argentinas.
La Sede Primada de la Argentina era Buenos Aires desde 1936. A fines de julio, el Papa determinó que pasara a Santiago del Estero. «Tiene su fundamento histórico en el hecho de que en 1570 San Pío V creó la entonces llamada Diócesis del Tucumán, con sede en lo que hoy es la ciudad de Santiago del Estero, la más antigua del país», explicó entonces el comunicado conjunto que llevó la firma de del monseñor Jorge Ignacio García Cuerva (Buenos Aires) y del monseñor Vicente Bokalic Iglic (Santiago del Estero). Este cambio fue descrito por el Sumo Pontífice como un acto de reparación histórica, y representa un reconocimiento al interior profundo del país, fundamental en el proceso de evangelización.
La ceremonia de este fin de semana, acompañada por miles de fieles que llegaron desde los más diversos rincones del país, se llevó a cabo en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Carmen, marcando un momento inolvidable en la historia santiagueña. La celebración tuvo mucho folclore y para esta ocasión se celebró la misa santiagueña, como una forma de mantener las tradiciones características de la provincia norteña. Uno de los momentos más distintivos ocurrió cuando antes de la lectura del Evangelio una pareja de músicos ingresaron la Biblia al compás de una chacarera.
«Que la Sede Episcopal de Santiago del Estero sea elevada al grado y dignidad de Sede Arzobispal, permaneciendo sufragánea de la Sede Metropolitana de Tucumán; además, promover al Obispo de Santiago del Estero, el Venerable Hermano Vicente Bokalic Iglic CM a la dignidad arzobispal; finalmente, transferir el título de Primada de la Argentina desde la Sede Metropolitana de Buenos Aires a la Sede Arzobispal de Santiago del Estero y, según la norma del canon 438 del Código de Derecho Canónico, conceder el título de Primado al Arzobispo pro tempore de esa misma Sede ahora arzobispal», reza el texto que leyó el Nuncio Apostólico de la Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk.
García Cuerva estuvo a cargo de la homilía con un mensaje atravesado por la actualidad del país y por reclamos a la dirigencia política, cuestionando «los tapones ideológicos y la soberbia intelectual en una Argentina que sangra». Acompañado por 35 obispos del noroeste argentino luciendo la Cruz de Santiago y un gran número de sacerdotes consagrados, también afirmó que el cambio de
Sede Primada «es una reparación histórica y eclesiástica para nuestra Patria; es dar este título de honor a la primera diócesis en territorio argentino, la diócesis del Tucumán, erigida en estas tierras santiagueñas en 1570».
Monseñor Vicente Bokalic, el nuevo Arzobispo Primado, ofreció un emotivo discurso en el que agradeció al Papa Francisco por su decisión y destacó el profundo simbolismo de trasladar la sede primada desde Buenos Aires a «esta tierra bendecida» que es Santiago del Estero, asegurando que ahora «estamos dispuestos a ser signos de esperanza en medio de tanto desaliento, cansancio y pérdida de sentido porque este reconocimiento no es solo un honor sino un compromiso».
La ceremonia concluyó con una oración fervorosa de todos los fieles devotos a la Virgen de Sumampa, patrona de Santiago del Estero, pidiendo su protección y guía en esta nueva etapa. Según las palabras de Bokalic, «el título de Sede Primada no solo representa un reconocimiento histórico, sino también un llamado a la Iglesia a ser una madre cercana, servidora y hospitalaria, que esté siempre predispuesta a escuchar y sanar a los más necesitados».
La transferencia de la Sede Primada a Santiago del Estero, fundada en honor al Apóstol, marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia argentina, y es vista por muchos como una oportunidad para renovar el compromiso pastoral de la Iglesia con las periferias, tanto físicas como sociales. En un país marcado por la desigualdad, la pobreza y las divisiones sociales, este cambio simboliza un llamado a la unidad, la fraternidad y la solidaridad.