El papa León XIV y el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
4 junio, 2025
En una conversación sin precedentes, el presidente ruso, Vladímir Putin, mantuvo este miércoles su primera comunicación telefónica con el papa León XIV, en la que acusó abiertamente al Gobierno de Kiev de escalar el conflicto con Rusia a través de ataques deliberados contra infraestructura civil. Según el comunicado oficial del Kremlin, el mandatario advirtió que estos actos constituyen “atentados terroristas” ejecutados bajo el amparo del régimen ucraniano.
Putin aprovechó la llamada para felicitar al pontífice por su reciente elección y ensalzar la figura de su predecesor, el papa Francisco, por su “enorme aporte” a las relaciones bilaterales entre Rusia y la Santa Sede. Ambos líderes coincidieron en la necesidad de “fortalecer los vínculos culturales, humanitarios y espirituales” y en la defensa común de los cristianos perseguidos en regiones como Oriente Medio.
En relación con la guerra, Putin aseguró que Rusia sigue dispuesta a encontrar una salida política y diplomática al conflicto, aunque reiteró que cualquier solución definitiva exige “eliminar las causas que originaron la crisis”. También abordó la cuestión humanitaria, destacando que su Gobierno está haciendo “todo lo posible” para reunir a los niños ucranianos desplazados con sus familias.
El Vaticano, por su parte, recibió el gesto con “disposición a buscar soluciones” desde una perspectiva despolitizada, según cita el comunicado. La conversación —calificada como “constructiva”— finalizó con el compromiso de ambas partes de mantener abiertos los canales de diálogo y profundizar la cooperación internacional.
Este contacto directo entre el líder ruso y el nuevo papa se produce en un momento de máxima tensión en el este de Europa y podría marcar un punto de inflexión en la diplomacia vaticana respecto al conflicto. La Santa Sede, históricamente prudente, podría estar preparando un papel más activo en la mediación internacional.
No mes de xuño de 1982 o Parlamento de Galicia trasladouse provisionalmente ao Pazo de Fonseca, cedido pola Universidade de Santiago de Compostela. Parte das dependencias administrativas continuaron nos baixos do Pazo de Raxoi, cedidos polo Concello de Santiago de Compostela. En Fonseca, o Lexislativo galego estivo instalado entre xuño de 1982 e febreiro de 1989. Na foto, pola esda., Xerardo Fernández Albor, Carlos Casares e Ramón Piñeiro. Fotos: AG e PG