29 agosto, 2024
El español Daniel Sancho fue condenado este jueves a cadena perpetua por un juez tailandés tras ser declarado culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta y de otros dos delitos relacionados.
El fallo fue leído por el juez del Tribunal Provincial de Samui, en el sur de Tailandia, a las 10:55 hora local (5:55 en España, 03:55 GMT), aproximadamente una hora después de que comenzara la sesión. Durante la lectura, el juez explicó que la condena de Sancho había sido reducida de pena de muerte a cadena perpetua debido a su colaboración en el caso.
La Fiscalía tailandesa había acusado a Sancho de asesinar premeditadamente a Arrieta el 2 de agosto de 2023 en la isla de Phangan, de descuartizar su cuerpo y de robar el pasaporte del colombiano. El juez encontró a Sancho culpable de estos cargos.
El fiscal del caso, Jeerawat Sawatdichai, expresó a EFE su satisfacción por la condena de Sancho por los tres delitos presentados durante el juicio, celebrado en abril en el mismo tribunal.
Además de la cadena perpetua, Sancho, quien estuvo presente en la sala, fue condenado a pagar una indemnización de 4 millones de baht (casi 119.000 dólares o un poco más de 106.000 euros) a la familia de Arrieta.
Durante la lectura de la sentencia, en la que los abogados y el acusado tuvieron que permanecer de pie, el juez informó sobre la posibilidad de presentar dos recursos: uno ante el Tribunal de Apelación y otro ante el Tribunal Supremo.
Sancho, de 30 años, asistió a la audiencia acompañado por su padre, el actor español Rodolfo Sancho, su madre, Silvia Bronchalo, analista de inversiones, y su abogado de oficio tailandés, Apichart Srinual.
También estuvo presente en la sesión la abogada Nattha “Lak” Jongratwanin, quien representa a la familia de la víctima en Tailandia. Los padres de Arrieta, Leovaldo José Arrieta y Ana Marcela Arteaga, no viajaron a Tailandia y se espera que sigan la sentencia desde Colombia.
Las medidas de seguridad y el acceso a la sala fueron más estrictos en esta ocasión que durante el juicio, que se llevó a cabo del 9 de abril al 2 de mayo, cuando Sancho defendió que la muerte de Arrieta fue un accidente durante una pelea.