14 abril, 2024
En el trasfondo de tensiones geopolíticas y retaliaciones, Irán ha desencadenado un ataque coordinado contra Israel, marcando un escalón significativo en el conflicto en curso. La Guardia Revolucionaria de Irán ha asumido la responsabilidad por esta ofensiva, presentándola como una respuesta premeditada al reciente asesinato de siete altos mandos militares iraníes en la embajada de Irán en Damasco, un acto que ha aumentado las tensiones regionales hasta niveles críticos.
El impacto de esta represalia se ha sentido profundamente en Jerusalén, donde explosiones resonantes han sacudido la tranquilidad nocturna, haciendo temblar incluso los cristales de los edificios. En medio de este caos, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha convocado urgentemente al gabinete de guerra, destacando la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta estratégica.
La población israelí ha sido llamada a la precaución extrema, con instrucciones para seguir las directrices del ejército y buscar refugio en caso de alarmas antiaéreas. Como medida preventiva, Israel ha suspendido las actividades educativas en todo el país y ha impuesto restricciones a las reuniones públicas.
La llegada rápida del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a Washington, interrumpiendo su descanso de fin de semana, subraya la urgencia de la situación. En reuniones con los principales responsables del Consejo de Seguridad Nacional, se busca coordinar una respuesta internacional ante este peligroso desarrollo.
El ataque también ha alcanzado un barco vinculado a un empresario israelí, lo que subraya la amplitud de la acción iraní y su determinación de golpear donde más duele. La incursión en Jerusalén, con estelas de drones en el cielo y explosiones retumbantes, marca un punto de inflexión en el conflicto, demostrando la capacidad de Irán para proyectar su fuerza en la región.