ÓSCAR PUENTE

El bueno del ministro de Transportes se está convirtiendo poco a poco en casi un fijo en esta sección, aunque no se puede decir que no sea porque no se lo haya ganado bien a pulso.

Y es que con todo el mundo pendiente de su comparecencia extraordinaria en el Senado ante la Comisión de Transporte de la Cámara, hubo quien pudo llegar a pensar que, realmente, el responsable de la cartera de Transportes se comportaría de una vez haciendo honor a un cargo de tal responsabilidad y se pronunciaría abordando y respondiendo de verdad y en profundidad a una problemática tan real como el de una red ferroviaria que ha registrado unas 480 incidencias desde finales de mayo, desplomándose la puntualidad hasta una media del 40%.

En cristiano: solo cuatro de cada diez trenes llegan en hora a su destino.

Y frente a esto, por desgracia y como de costumbre, el tono y la respuesta de Puente no pasa de ser otra macarrada más que añadir a su catálogo: “Les ha faltado decir que con Franco los trenes iban mejor”, espetó el ministro, quien ciertamente tuvo una jornada turbulenta en la que incluso tuvo tiempo de cesar al subsecretario del ministerio, Jesús Manuel Gómez, tras la auditoría sobre la compra de mascarillas por parte del departamento durante la pandemia y que está siendo investigada en el caso Koldo.

Suerte con eso.

Pero vamos, que no debería estar el ministro Puente para sacar pecho de nada, digo yo…