Los acebos afloran en la Ruta do Loio en Paradela

Paradela, en el sureste de la provincia de Lugo, pertenece a las comarcas de Ribeira Sacra y Sarria y está bañada por aguas del Miño y del Loio.

Es un destino ideal para hacer una escapada en cualquier época del año. Sus habitantes son abiertos, acogedores, hospitalarios y, en ocasiones, ofrecen su casa a peregrinos para pasar la noche.

El municipio alberga el conjunto histórico de San Facundo de Ribas do Miño. Según varios estudios, su iglesia es la primera manifestación del gótico en la Península Ibérica. El templo está cimentado sobre seis robustos arcos.

Uno de los atractivos de Paradela es la Ruta do Loio, de siete kilómetros, desde el entorno de las piscinas, en la capitalidad, hasta la parroquia de San Xoán de Loio, a orillas del Miño. Puede hacerse a pie o en bicicleta y para cubrirla se necesitan unas tres horas.

Este itinerario es de una gran belleza con un paisaje inigualable con árboles centenarios, molinos y cascadas.

La senda, jalonada por almendros, sauces y robles, tiene acebos. Hay un roble milenario.

La ruta permite admirar el monasterio de Santa María de Loio. En su capilla hay una imagen de Santiago. Ahí nació la orden de Cabaleiros de Santiago, fundada para la protección de los peregrinos y del sepulcro del Apóstol.

Paradela pertenece al Camiño Francés a Compostela. Dispone de un albergue público con 22 plazas y uno privado en A Veiga. La ruta jacobea es uno de los motores del crecimiento en el concello, con grandes atractivos turísticos.