
27 febrero, 2025
El profesor José Carlos Bermejo ha unido sus intereses académicos con la editorial Almuzara, que está dirigida por el editor Manuel Pimentel que fuera exministro de Trabajo, y, ahora impulsor de Almuzara. En una entrevista reciente señalaba que su proyecto editorial apostaba por la historia porque “la historia nunca termina, la historia siempre muestra ángulos, miradas distintas. España, y en general el mundo hispano en su conjunto, tiene una historia riquísima y antiquísima que nos da mucho material”, señalaba en una entrevista al diario El Debate el pasado 10 de febrero de 2025. Y no son meras palabras. Muchos de los libros centrales de los últimos debates historiográficos sobre historia medieval han salido de las prensas dirigidas por Manuel Pimentel, como es el caso de los polémicos textos de Emilio González Ferrín.
En el caso de José Carlos Bermejo, es el segundo libro que aparece publicado en Almuzara. El primero fue un libro titulado Afganistán. Historia de un Estado fallido, uno de los pocos libros que hay sobre el tema en España. Antes de continuar, es preciso recordar la labor de filósofo, pensador, escritor y académico José Carlos Bermejo. Con una carrera muy dilatada y con más treinta libros publicados en gallego, castellano e inglés, el catedrático compostelano ha combinado una activa vida académica con una comprometida dedicación a la gestión, a la investigación y a la formación y docencia, con una sobresaliente labor divulgadora en diferentes niveles. Filosofía de la historia, Filosofía, Historiografía, Metodología, Historia Antigua, Historia de las religiones e incluso historia del presente. En ese sentido, es autor, por ejemplo, de uno de los primeros libros que se publicaron sobre la pandemia que se tituló El gran virus. Ensayo para una pandemia, publicado en Akal en el año 2020.
Además de todo lo reseñado, José Carlos Bermejo también es un prolífico autor de artículos de prensa y “papers” académicos, en los que esboza temas que luego desarrolla de forma extendida en libros. Es el caso en el que nos encontramos. Reliquias. Tesoros sagrados que forjaron el destino de Europa es un libro que reúne una preocupación que viene mostrando el profesor Bermejo en los últimos diez años y que está vinculada con la Edad Media. Estamos, por tanto, ante un libro de historia medieval escrito por un académico con una gran flexibilidad intelectual. Sin duda, su matriz como historiador de la antigüedad e historiógrafo se hacen sentir en las casi 300 páginas del libro. Y también su especialización se percibe en el enfoque, el análisis y la explicación que expone tanto en los objetivos del libro como en su desarrollo. La base argumental del texto es explicar cómo las reliquias son elementos constitutivos de lo que podemos denominar la Historia de Europa. Para ello, el autor hace un defensa de la importancia de la Edad Media en la constitución del mundo contemporáneo desde el siglo XIX hasta la actualidad. En un párrafo muestra una evidencia que es uno de los argumentos centrales del libro: “las personas que vivieron en ese periodo eran como nosotros. Tenían la misma inteligencia, las mismas pasiones y los mismos vicios y las mismas virtudes. Si podemos pensar que vivimos mejor que en la Edad Media, no es porque nosotros seamos mejores personas, sino porque nuestras instituciones son mejores” (p. 18).
Con esas ideas, el autor rastrea la importancia de las reliquias para la conformación de Inglaterra, Escocia, Francia o Hispania. Porque, como bien demuestra Bermejo, el descubrimiento y uso de las reliquias tenían un origen popular unido a leyendas. Ahí tenemos que precisar que era importante la veracidad del hallazgo y que a partir del siglo XII el papado se reservó la investigación de la autenticidad de las reliquias: “porque obispos y abades eran proclives a inventarse reliquias para obtener beneficios económicos” (p.15). Además de eso, Bermejo estudia los marcos legales eclesiástico y romano, el mundo del viajero y peregrino, y todo, lo conecta con las reliquias.
El libro habla de martirios, de piedras legendarias y reliquias y sus conexiones con las diferentes historiografías medievales, modernas y contemporáneas. Para ello, Bermejo bucea en crónicas, rituales, instituciones y con las mismas leyendas y su manifestación oral. “Las reliquias son verdaderas, no porque físicamente lo sean, sino por la credibilidad que se les otorga y es esa credibilidad la que le confiere un prestigio socialmente aceptado, y por eso su estudio forma parte del estudio de las tradiciones orales o literarias que crean relatos para explicar algún aspecto del pasado”, escribe en la página 88. A partir de ahí, explica el uso de las reliquias como amuletos, como elementos protectores, como parte de los rituales, como exhibición, como conector con Dios y como defensas del cristianismo como sistema ideológico. Con esto, muestra los orígenes de Hispania o el vínculo del viaje imaginario de José de Arimatea a Inglaterra que constituye la esencia de esa nación a partir del ciclo artúrico. E igual tarea realiza con el apóstol Andrés para Escocia y con María Magdalena para Francia.
El profesor Bermejo realiza todo este ejercicio investigador a partir de una amplia documentación y bibliografía que desborda erudición y conocimiento. Y es ahí donde nos encontramos con algunos de los fundamentos teóricos de su empresa intelectual: a) “la realidad no es ni un fenómeno lingüístico ni un concepto metafísico, sino un sustrato anterior y posterior a cualquier tipo de discurso (p. 227); b) la labor del historiador es comprender el origen y la lógica de la creación de lo que todo el mundo está de acuerdo, que no es más que una leyenda, pero una leyenda, que como muchas otras, fue compartida pro miles y miles de personas, puso en movimiento sus sentimientos y afectos y configuró parte de sus vidas (pp. 167-168); c) en la realidad histórica se entremezclan continuamente lo real y lo imaginario, has el punto de que ambos pueden considerarse como dos caras de una misma moneda (p. 117). Pues eso.