Portada de Privé, la revista holandesa que acaba de publicar fotos de la relación de Juan Carlos con Bárbara Rey y a la que continuaron ahora la difusión de los correspondientes audios.
4 octubre, 2024
Decía Ortega que los libros son el mejor escondrijo posible para ocultar secretos en España. Hipérbole no tan desafortunada la usada por el filósofo para reconocer efectivamente que en su tiempo –como también ahora- no es la lectura el hábito más común de la ciudadanía para cultivar esa parte espiritual del cuerpo tan importante para andar por la vida, a riesgo de que nos tachen de incultos, además de indocumentados.
La publicación por un diario digital de las conversaciones que el Rey –cada vez menos Emérito- Juan Carlos mantuvo a pie de cama, o de teléfono, con la que dicen que era una de sus amantes, aventó opiniones del monarca sobre temas entonces muy candentes en la política del día a día y aún en la tambaleante armazón democrática de un país que acababa de despertar de la pesadilla de largas épocas de dictadura.
Pues bien, requeridos dos diputados españoles, José Luis Ábalos, ex secretario general de un socialismo que le expulsó de sus filas al grupo mixto, y la popular Ana Vázquez, a dar su opinión sobre tales confesiones se constató una más que lamentable falta de criterio que la diputada ourensana solventó con una absurda referencia a sus años de niñez cuando se producían las publicitadas entrevistas.
Puede que las preguntas se salieran de la conveniencia del marco de lo políticamente correcto, pero ver a dos diputados hacer muestra de supina ignorancia de lo que supuso el golpe del 23-F, en la historia más reciente de España, desconociendo la amplia bibliografía que recuerda con la irrefutabilidad de los datos las múltiples connivencias habidas entre Monarquía, Ejército y partidos políticos para aquel golpe “a la española” (Sólo Tejero no lo entendió) emulando el de De Gaulle en Francia, dentro de un orden que permitiera nuestra entrada en la OTAN, es una más que preocupante carencia profesional, intelectual y del debido trabajo por el que cobran nuestros diputados y que explica las aberraciones surgidas de la Carrera de San Jerónimo a propósito de ese repetido oxímoron de leyes de memoria histórica, como si pudiera haber una sola y, además, la que nos imponen por decreto.
Quienes conocimos al general Armada y cómo llevaba a gala su defensa del honor militar y del sentido del deber jerárquico años antes del 23-F supimos, y hasta hicimos apuestas de ello, de que el 23-F acabaría en su persona. Que, más que el Elefante Blanco, él sería el muro de contención que impediría todo tiro por elevación, por más justificado que estuviera. Los hechos acabaron por ratificar la certeza de lo apostado.
Que ahora conozcamos que aquel comportamiento de una rectitud ejemplar en el mundo de la milicia (junto a la angustiosa llamada de la Reina al general gallego de que “¡Alfonso, sólo tú puedes salvarnos!”) mereciera por parte del entonces Monarca los repetidos “me río, me río, me río de Armada” por sus siete años de callada y sumisa prisión, evidencian cómo es posible manipular la verdad de los hechos, desvelan la catadura de quien las pronuncia y abren la exigencia de una reparación que sólo la Historia podrá otorgarle (o unas memorias que imaginamos que nunca se harían públicas mientras el Rey siga vivo). Aunque el Emérito siga perdiendo a chorros más jirones de su alicaído prestigio con la publicación de estos audios. ¿Qué sería de la Monarquía sin los Armada o Sabino, aún en sus manifiestas discrepancias?. ¡Válganos Dios!.
Fundado no século XII. Conserva a igrexa e parte dos edificios monásticos. De estilo cisterciense, a igrexa do Mosteiro de Santa María de Meira ten 70 metros de longo e 14 metros de alto e é un dos mellores exemplos desta tipoloxía en Galicia. Segue o estilo austero desta orde relixiosa e foi consagrado o 3 de xuño de 1258 polo Bispo Martín de Lugo, tendo lugar unha concorrida feira para celebralo. Fotos: Concello de Meira
A serra do Suído conserva diseminadas polas súas cumes moitas mostras de arquitectura popular adicadas ao pastoreo. Estas construccións tan sigulares, pódense remontar á idade media. A falta de vías de comunicación e a distancia que estes pastores percorrían facíanlles pasar longas tempadas lonxe de seus fogares. Por este motivo, e para protexerse das neves, treboadas e choivas que asolan estas terras, organizáronse para a construcción dunhas estructuras nas que resgardarse, e de toda unha serie de instalaciós secundarias, como lavadeiros, fontes ou lareiras formando un grupo humano de varios habitantes con una gran actividade, onde pasar longas tempadas. Construíanse nos lugares máis protexidos da serra, aproveitando as ladeiras da vertente sur para protexerse dos fríos e húmidos ventos do norte. Fotos: Concello de Fornelos de Montes