14 abril, 2024
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, al asumir su cargo este pasado sábado, hizo hincapié en la importancia de la «estabilidad», la «moderación» y la «concordia». En lugar de describirse como el titular del Gobierno, prefirió identificarse como el «primer servidor de Galicia». Durante su discurso, que duró aproximadamente 20 minutos, Rueda defendió su enfoque, al que llamó «estilo Galicia», caracterizado por la moderación, la evasión de extremos y la búsqueda de estabilidad. Se comprometió a garantizar que Galicia reciba lo que merece, «ni más ni menos que cualquier otra región».
Es el estilo de una comunidad que tiene la «estabilidad como valor político», y que es «abierta y amable, pero también firme», ha dicho, al tiempo que ha vuelto a garantizar que gobernará «para todos», tanto los que le votaron como los que no.
Rueda asumió la presidencia, convirtiéndose así en el sexto presidente de la autonomía, poco después de mediodía en el parque de San Domingos de Bonaval. Estuvo acompañado por numerosas autoridades y representantes públicos, incluyendo al ministro de Transportes, Óscar Puente, y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
El evento se llevó a cabo en un ambiente festivo y soleado, con temperaturas cercanas a los 30 grados. Comenzó con música de gaitas, con la interpretación de la Antiga Marcha do Reino de Galicia, y culminó con la tradicional ejecución del Himno galego, antes de pasar a un cóctel para todos los invitados.
«Defenderé y reivindicaré nuestra voz y nuestro modo de hacer las cosas. Nuestra política sin crispaciones. Nuestra estabilidad. Nuestra filosofía del ‘sentidiño’. En una palabra, cuántos conceptos se puedan evocar», proclamó Rueda, quien consideró que Galicia «se reconoce especialmente» en la «concordia».
El recién nombrado presidente gallego se ha identificado como «un gallego de Pontevedra» y «un gallego como todos ustedes», dirigiéndose así a los aproximadamente mil invitados presentes en la celebración.
Rueda eligió la fórmula de jurar «observar y hacer cumplir la Constitución y el Estatuto de Autonomía, así como las demás leyes de Galicia y el Estado», con la mano derecha puesta sobre un ejemplar del Estatuto de Galicia y con la Biblia a su izquierda.
Manifestó su compromiso de trabajar «defendiendo lo nuestro, nunca pasando por delante de nadie, pero tampoco permitiendo que nos quedemos atrás». Luego, cambió del gallego al castellano para afirmar que «Galicia aspira a todo», pero siempre en colaboración con las demás comunidades autónomas. Advirtió que aquellos que deseen «romper» España siempre tendrán su oposición, mientras que aquellos que busquen que el país progrese «de la mano» contarán con su apoyo.
«Voy a reivindicar nuestra voz y nuestra manera de hacer las cosas», proclamó Rueda, al tiempo que reivindicó que se presenta «sin artificios, ni disfraces» y alejado de «la pompa y la soberbia», ya que ante todo es «padre de Beatriz y Marta», sus hijas, «hijo de Lola y José Antonio» y «marido de Marta», afirmó emocionado.
Ha sido en esta referencia expresa a su familia cuando Rueda ha estado al borde de las lágrimas, al igual que después, al recordar específicamente a su padre, que cree que estaría «muy orgulloso» del camino que ha recorrido hasta llegar hoy a «asumir el mayor honor que un servidor público puede tener».
Al comenzar su discurso, Rueda citó las palabras de cada uno de los presidentes de la Xunta que le precedieron, desde Gerardo Fernández Albor, quien asumió su cargo en este mismo lugar en 1982, hasta Manuel Fraga, Fernando González Laxe, Emilio Pérez Touriño y Alberto Núñez Feijóo.
Todos ellos «hicieron de Galicia su causa principal», dijo Rueda, y les agradeció que la comunidad haya llegado a estar donde está cuando hace años el autogobierno no era más que «un sueño irrealizable» y en cambio ahora se ha hecho realidad por lo conseguido «todos juntos».
Justo antes de asumir su cargo, Rueda colocó una ofrenda floral de rosas blancas con toques de flores azules, los colores de la bandera gallega, junto a los ex presidentes de la Xunta vivos, Núñez Feijóo, Pérez Touriño y González Laxe, en la tumba de Castelao en el Panteón de Galegas e Galegos Ilustres, ubicado en la iglesia adyacente.
Al finalizar su juramento Rueda recibió la felicitación pública de todos los presidentes autonómicos asistentes, los de Castilla y León, Murcia, Aragón y Asturias, que destacaron su actitud colaboradora y su tono moderado, mientras que Núñez Feijóo dijo sentirse «orgulloso» y pusó a Galicia como «modelo de gobernanza» para España.
Por su parte, Óscar Puente, como representante del Gobierno ha garantizado al nuevo presidente gallego «lealtad institucional» y «tota la colaboración posible» para su nuevo mandato.
Rueda fue elegido como presidente por mayoría absoluta el pasado jueves en el Parlamento de Galicia y, tras su toma de posesión ayer, está previsto que hoy anuncie la composición de su nuevo Gobierno.