
10 octubre, 2025
La Xunta de Galicia y la Universidade de Santiago de Compostela (USC) han firmado un convenio de colaboración para poner en marcha un innovador proyecto de detección de drogas en aguas residuales, con el objetivo de identificar patrones de consumo e incorporar nueva información científica a las políticas de salud pública.
El acuerdo fue suscrito hoy en el edificio administrativo de San Lázaro por el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, la conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, y el rector de la USC, Antonio López, en un acto que contó también con la presencia del director de Augas de Galicia, Roi Fernández.
El titular de Sanidade destacó que esta iniciativa “materializa un proyecto pionero que reafirma el compromiso de la Xunta en la lucha contra las drogas como un problema social y de salud pública”. Gómez Caamaño subrayó que el Gobierno gallego aborda esta cuestión “desde una perspectiva integral, centrada en la prevención, la atención sanitaria, la recuperación y la reinserción social y laboral de las personas afectadas por adicciones”.
El convenio permitirá medir la presencia de unas diez sustancias en las aguas residuales, entre ellas cocaína, cannabis y fentanilo, mediante muestras recogidas en las depuradoras de Ourense, Pontevedra, Lugo, Santiago de Compostela y Guillarei (Tui). Estas estaciones se seleccionaron por su cobertura poblacional, con el fin de disponer de datos representativos de toda Galicia.
La Consellería de Sanidade invertirá 50.000 euros en el proyecto, que servirá para financiar las investigaciones, la difusión de resultados y la puesta en marcha de nuevos recursos y programas de prevención.
Según explicó Gómez Caamaño, la iniciativa permitirá crear una nueva red centinela de salud pública, capaz de detectar incrementos en el consumo de drogas, la aparición de nuevas sustancias o cambios en los hábitos de consumo, de modo que las autoridades sanitarias puedan anticiparse y ajustar sus políticas preventivas y asistenciales.
En función de los resultados, la Xunta valorará ampliar el número de depuradoras participantes para extender el alcance del programa. El objetivo es contar con un informe de resultados antes de finalizar el año.
La conselleira de Medio Ambiente e Cambio Climático, Ángeles Vázquez, destacó la relevancia de la colaboración entre los departamentos autonómicos y la USC, subrayando el papel de Augas de Galicia, que apoya al personal investigador en la recogida de muestras en las depuradoras de su red. “El análisis de las aguas residuales —indicó— permite obtener información clave sobre el consumo de sustancias nocivas, lo que facilitará la adopción de decisiones basadas en evidencias”.
Por su parte, el rector de la USC, Antonio López, valoró que la universidad “pone su capacidad científica al servicio de la protección de la salud pública”, ofreciendo tanto el espacio físico como el personal altamente cualificado que llevará a cabo los trabajos de laboratorio y análisis.
El proyecto ya ha dado sus primeros pasos: en mayo se realizaron tomas iniciales de muestras en las estaciones de Santiago, Ourense, Lugo y Guillarei, y próximamente se incorporará la depuradora de Pontevedra. El objetivo es completar una segunda fase de recogida en los próximos meses y disponer de conclusiones antes de que termine 2025.
Los datos obtenidos se compararán con otras fuentes y estudios nacionales e internacionales para identificar tendencias y diseñar medidas de prevención y sensibilización más eficaces.
Gómez Caamaño concluyó celebrando la firma de este convenio como “un ejemplo de cooperación entre administraciones que combina la ciencia, el medio ambiente y la salud pública para afrontar de forma innovadora uno de los retos sociales más complejos de nuestro tiempo”.