Este lunes, Renfe ha estrenado su nueva oferta de servicios comerciales en el corredor Galicia-Madrid con una novedad histórica: por primera vez, un tren AVE ha completado el trayecto entre Vigo y Madrid en menos de cuatro horas. Sin embargo, el logro ha llegado acompañado de una oleada de críticas por la supresión de paradas intermedias en varias localidades gallegas y castellanas.
El AVE 04464 partió de Vigo-Urzaiz a las 06:03 horas con tres minutos de retraso, y llegó puntualmente a Chamartín-Clara Campoamor a las 09:50, tras 3 horas y 47 minutos de viaje. Este hito fue posible al eliminar paradas en Vilagarcía, A Gudiña, Puebla de Sanabria y Segovia, lo que ha provocado el malestar de los habitantes de estas zonas. De hecho, en algunas ya han surgido plataformas ciudadanas de protesta.
El recorrido exprés solo mantiene paradas en Pontevedra, Ourense y Zamora, atendiendo así a la exigencia del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que pedía una conexión más rápida con la capital del Estado.
Por otro lado, el trayecto inverso no tuvo la misma eficacia: el AVE 04475, que salió de Madrid a las 07:16, llegó a Vigo con 25 minutos de retraso, a las 11:35 horas.
Renfe ha anunciado que los servicios Vigo-Madrid se cubrirán únicamente con material rodante S106, en versiones AVE y Avlo, con capacidad para entre 507 y 581 pasajeros. No obstante, el sindicato CGT considera que esta nueva planificación perjudica especialmente a la provincia de Pontevedra, que pierde conexiones, como en el caso de Vilagarcía, que ve reducido su número de servicios directos con Madrid.
Asimismo, se denuncian carencias de enlaces desde Santiago hacia Vigo, especialmente por la eliminación del AVE que finalizaba en Vigo a última hora del día. Esta modificación deja sin cobertura el tren que permitía viajar a las 22:30 desde la capital gallega a Vilagarcía, Pontevedra y Vigo.
En cuanto a A Coruña, la ciudad gana conexiones directas con cinco servicios diarios sin necesidad de transbordo (tres AVE y dos Avlo), mientras que Santiago cuenta con siete frecuencias diarias (cuatro AVE y tres Avlo). Ourense refuerza su papel como nodo principal, con 11 frecuencias. Lugo mantiene su oferta con los trenes Alvia, y Ferrol, en cambio, pierde el servicio directo y se ve obligado a depender de enlaces.
A pesar de la mejora de tiempos en determinadas rutas, la redistribución de servicios ha generado una fuerte controversia, especialmente en el eje atlántico, donde buena parte del territorio siente que ha cedido conectividad en favor de la velocidad récord.




