Un discípulo de Llados nos regala la tertulia televisiva más surrealista en años con presencia gallega

Toda la polémica en torno al influencer Llados Fitness no para de acumular un episodio tras otro casi día sí y día también.

El de ayer, uno que ya está dando mucho que hablar entre los espectadores y que ha vuelto a incendiar las redes sociales, fue un programa especial donde se buscó abordar en profundidad todo el modelo del éxito del millonario de los burpees con cifras, análisis, documentos, invitados y una tertulia que por mucho que se esforzó en mantener su apariencia de seriedad rozó lo esperpéntico en más de una ocasión.

Sin duda desde Código 10, en Cuatro, no pudieron encontrar mejor ni más controvertido y actual asunto para tratar que el del polémico Amadeo Llados, que enfrenta una demanda colectiva de un millar de presuntos afectados.

Dicha demanda ha sido más gasolina para un fuego que ya se ha trasladado de las redes sociales a la pequeña pantalla, donde ayer se pudo vivir una de las tertulias más surrealistas que se recuerdan.

Llados promete dinero y éxito a sus seguidores. Cobra mil euros por una “masterclass”.

Sus defensores en plató confiesan haberle pagado 15.000 y 10.000 euros cada uno.

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— Código 10 (@Codigo10tv) June 18, 2024

EL DÍSCOLO SERGIO

Uno de los grandes atractivos del programa fue la presencia de dos defensores del propio Llados. Por un lado, Alberto Rulos y por otro, Sergio Rodríguez, el cual se robó absolutamente todos los focos con su presencia e intervenciones.

El chico sabía que aquel era su rato de fama y gloria y vaya si lo exprimió hasta el último segundo.

Sergio se presentó en plató en americana con camisa abierta y medalla, un reloj “de 12.500 euros” que fue mostrando a cada uno de los invitados y las ganas de hacer de la noche una performance de principio a fin. Ni que decir tiene que lo logró con mayúsculas.

Sus comentarios e intervenciones no iban dejando indiferente a nadie y por mucho que el programa trató de reconducir la situación, no había ya quien pudiese pararlo.

Lo cierto es que la falta de imaginación y recursos no es algo de lo que se pueda acusar al este discípulo de Llados. Exhibición de burpees por aquí, risas por allá, metáforas y lecciones por el otro lado…

Nacho Abad y David Aleman cruzaban miradas en ocasiones con un gesto de “dónde nos hemos metido…” ante un Sergio que por momentos les tomó el testigo como verdadero conductor del programa.

“Dame tu número y te hago un bizum”, espetó Sergio ante las declaraciones de una mujer que se consideraba estafada por uno de los cursos de Llados y a la que este se ofrecía a reintegrarle el importe del mismo.

El desatado invitado no paró de intervenir durante todo el programa lanzando una proclama tas otra, pero, más allá de quedarse ahí, fue creciendo con el transcurso de la noche para apoderarse por completo del tramo final de la misma.

Llegados a ese punto ya había lanzado un paquete blanco que parecía algún tipo de estupefaciente a la mesa, escrito algo en un papel que nadie era capaz de leer por “su perspectiva” y reivindicado a ultranza las enseñanzas de un Llados del que Sergio reconoció ser seguidor “aférrimo” (sí, «aférrimo»).

Por si no fuera suficiente, Sergio contó la historia de cómo ha conseguido vender por 4.000 euros un vaso roto, así como ese mismo vaso “algún día se venderá por más de un millón de euros”, algo que volvió a generar todo tipo de comentarios entre los invitados.

No dudó entonces en ponerse de pie y reventar en vivo y en un directo una taza. “Esto es marketing”, proclamaba Sergio ante la atónita mirada del resto y sosteniendo los pedazos de esta, afirmando después que también vendería esa misma taza en un próximo evento.

Llegados a ese punto, los presentadores ya simplemente no podían contener las risas, quizás pensando en cómo millones de personas a lo largo y ancho de España estaban presenciando aquel espectáculo desde el sofá su casa.

“Hay que ser disruptivo. Sé que esta es la primera vez que estoy en la televisión, pero no va a ser la última”, se despidió un Sergio cuyo móvil debía estar ya echando humo a esas horas de la noche, no sin antes mirar a cámara y decir adiós al público, pidiendo seguimiento en redes sociales y afirmando haber generado 3 millones de euros en ventas.

¡Acaba de pasar! Sergio, el defensor más fiel de Llados nos ha roto una taza para demostrar sus técnicas de marketing.

Afirma haber vendido un vaso roto por 4.000 euros.

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XAIME DA PENA AL ATAQUE

El programa contó con presencia gallega a través del abogado gallego Xaime da Pena, quien representa a un millar de afectados que han presentado una querella colectiva contra Llados por estafa piramidal y delitos de odio.

El letrado ya se había mostrado muy contundente en relación a dicho proceso en anteriores intervenciones en diversos medios y, en la noche de ayer, mantuvo esta línea.

“Quedará acreditada la estafa”, defendió un da Pena que, al igual que el resto de invitados, se vio eclipsado por momentos por el propio Sergio, pero que insistió en la investigación en curso en torno a la figura del polémico influencer.

“Se están destrozando vidas”, llegó a denunciar el gallego, quien también puso el acento en como Llados se aprovecha de la gente más vulnerable.

“Va a por gente sin recursos”, afirmó este, que puso el acento en el gran número de evidencias que él y su equipo están recabando para presentar ante la justicia.

EL DEBATE DE LA ESTAFA PIRAMIDAL

A la mesa llegó en cierto punto el debate acerca de si el modelo del influencer representa una estafa piramidal, siendo el concepto del márketing de afiliados y las presuntas falsas promesas del propio Llados los dos grandes frentes a este respecto.

Desde el programa se explicó cómo parte del éxito del valenciano es el mencionado concepto de afiliados, que insta a unirse a la mencionada comunidad y tratar de captar nuevos socios para la misma. Cuánto más tiempo inviertes en esta empresa y más socios captas, más dinero se promete que serás capaz de generar.

Hasta qué punto son ciertas y se cumplen las promesas de Llados y hasta qué punto garantiza este alcanzar realmente el estatus que ostenta es precisamente el hueso de la cuestión y, de hecho, aquello que ahora deberá dilucidar la justicia.