
Cárcel de A Lama. Foto Archivo DS.
10 octubre, 2025
La vida tranquila de San Pedro, una aldea de apenas cuarenta vecinos en el municipio de A Bola, ha cambiado desde la llegada de Antonio Gali Balaguer, uno de los criminales más conocidos y reincidentes de España. El hombre, que pasó más de cuatro décadas en prisión por varios homicidios cometidos entre Aragón y Galicia, se encuentra ahora en libertad y ha decidido establecer su residencia en este pequeño enclave rural del interior ourensano.
Gali Balaguer fue condenado por al menos tres asesinatos: el de una niña de 11 años en Zaragoza en los años 80, el de un pastor en La Zaida (también en Aragón) y el de una mujer en el municipio gallego de Maside en 2005. Su historial delictivo incluye además episodios de agresión y reincidencia violenta. Tras cumplir íntegramente sus penas, fue liberado a comienzos de 2025.
San Pedro se encuentra a unos 25 kilómetros de la ciudad de Ourense, entre colinas, bosques y carreteras estrechas. Es una parroquia envejecida, con casas de piedra, huertas familiares y una población compuesta mayoritariamente por personas mayores. No hay comisaría en el pueblo; la vigilancia depende del cuartel
de la Guardia Civil de Celanova, el más cercano, a unos 15 kilómetros de distancia.
La llegada de un hombre con semejante pasado ha despertado un lógico temor entre los vecinos. En comunidades pequeñas, donde todos se conocen y la convivencia se basa en la confianza, saber que entre ellos reside un asesino múltiple altera profundamente la percepción de seguridad. Aunque las autoridades locales han pedido calma y aseguran que el exconvicto apenas sale de casa, el ambiente en la aldea se ha vuelto más tenso y reservado. El mismo Balaguer a dicho que no es un peligro y que anda con muletas.
San Pedro, que hasta hace poco era un lugar anónimo y tranquilo, se ha convertido en símbolo de la preocupación que puede generar el regreso a la vida en libertad de un criminal con antecedentes tan graves. Los vecinos continúan con su rutina diaria, pero la paz de la aldea ya no es la misma.