Juzgan a Juan Carlos Santórum y otros 27 procesados -entre ellos su hermano y un funcionario de Aduanas- en relación con el decomiso, en 2020, de un alijo de 3,8 toneladas de cocaína, una vista que fue aplazada el 27 de febrero y el 20 de marzo. EFE / Salvador Sas
23 abril, 2024
El principal acusado del alijo del buque ‘MV Karar’, Juan Carlos Santórum, ha desestimado declarar hasta que concluyan las pruebas y pueda ejercer su derecho a la última palabra y ha rechazado los cargos que se le imputan.
Este martes, en la quinta jornada del juicio, la segunda de interrogatorios, Santórum ha afirmado conocer sus derechos y los hechos por los que se le juzga, pero ha asegurado no estar de acuerdo con el escrito de acusación, ha dicho que él no ha cometido delito alguno y ha rechazado responder preguntas.
El procesado, para el que la Fiscalía solicita 18 años y medio de prisión por tráfico de drogas y dirigir un grupo criminal, ha solicitado declarar al final de la prueba.
La presidenta de la sala le ha recordado que este era el momento procesal para dar testimonio y él ha insistido en acogerse a su derecho a la última palabra.
Como él, han optado por lo mismo su hermano Ricardo y Emilio X.R., que también están procesados.
Juan Carlos Santórum y otros 27 acusados -entre ellos un funcionario de Aduanas- están siendo juzgados en relación con el decomiso, en 2020, de un alijo de 3,8 toneladas de cocaína que transportaba el buque ‘MV Karar’.
Sí ha declarado en la macrosala de la Ciudad de la Justicia, aunque solo a preguntas de su abogado, Fidel F., que tenía una empresa para fabricar y reparar embarcaciones.
En su declaración, afirmó que al principal acusado, Juan Carlos Santórum, lo conoció en una subasta de barcos que organizaba el Plan Nacional sobre Drogas en Madrid «hace mucho tiempo».
Explicó que Santórum, a través de la empresa de su pareja, le encargó la construcción de una embarcación de recreo, de las que hay «cientos en la ría» y que «se hunden si sales de Cíes o de Ons y hay un poquito de mar».
«Es un barco de 7 metros, muy sencillito, sin baño ni cocina, con un vaso reforzado, muy cómodo y divertido», comentó el procesado para descartar que se tratara de una narcolancha, y añadió que hicieron la prueba de agua de la embarcación en el Liceo de Bouzas (Vigo), como él suele hacer.
También relató que Juan Carlos, por amistad, iba por la nave, unas veces solo y otras, acompañado.
En la sala, a petición del abogado, se escuchó una conversación con un funcionario del Seprona sobre medidas de la pandemia (2020), otra con un amigo que se dedica a importaciones y exportaciones sobre motores para embarcaciones -«tengo una empresa náutica y, si compro motores es para venderlos y sacar beneficio», dijo-, y también su charla con otro colega de una empresa de transportes sobre la descarga del vaso de una embarcación.
Respecto a la llamada que recibió de un número portugués -investigado en la causa- el 27 marzo de 22:30 horas, contó que no le dio importancia hasta que su abogado se la recordó y, reproducida en sala, solo se escuchó su «sí» de la respuesta y, a continuación, su intento de volver a contactar con el número, pero nadie descolgó.
Justificó también una reunión con Santórum el 14 de abril de 2020 en una rotonda tras salir de su nave de Sárdoma (Vigo) y dijo que en ella hablaron del robo que había sufrido la embarcación de recreo de la mujer del principal acusado, ya que Fidel conocía al perito. A lo largo de su declaración hizo alusión explícita a dos fiscales de Pontevedra con los que, según dijo, tiene amistad.
Previamente, se completó la ronda de declaraciones de los tripulantes de Bangladesh y Nepal que iban en el ‘MV Karar’ junto a un gallego.
Todos ellos coincidieron en que se enrolaron en el barco sin saber qué mercancía se iba a transportar, algo que sí lo conocieron cuando se disponían a partir de Panamá para recoger la cocaína frente a la costa de Colombia, ya que el tripulante gallego se encargó de contar los fardos que cargó el buque.
Uno de ellos, Rupesh A., quien se encargaba de tareas de limpieza, señaló, como ya habían hecho otros en la sesión del lunes, a un nepalí residente en Colombia -que no está procesado- como el encargado de darle instrucciones al segundo oficial, Kiran T., y afirmó que lo vio en una ocasión en el barco en Panamá en 2019.
Preguntado sobre por qué su versión actual no coincide con la que ofreció en la fase de instrucción, afirmó que «lo correcto» es lo que ahora admitió.
Bahadur B., otro trabajador de mantenimiento, afirmó que todos los trabajadores participaron en la carga de la droga.
La comida la preparaba el también procesado Raju T., quien relató que cuando llegaron a Vigo en el barco de la Armada al que trasladaron a todos los tripulantes tras el abordaje y ya estaba el ‘MV Karar’ atracado en el puerto gallego y la droga, expuesta fuera.
En una línea similar, también se manifestaron los ayudantes del jefe de máquinas Yuba T. y Subash T., Rajin G. -ayudante de cocina- y Laxman T. -trabajaba en máquinas-.