31 agosto, 2024
Ribadavia (Ourense) ofrece un año más, con su Festa da Istoria, un viaje al pasado mediante la recreación medieval de las distintas culturas, religiones y oficios que convierten a la localidad en epicentro de la cultura sefardí que sigue tan presente en distintas construcciones, como el castillo de los Sarmiento, la sinagoga judía y el propio centro urbano.
Cuenta la leyenda que el origen de esta fiesta se remonta siglos atrás, cuando un vecino denunció a los judíos que vivían en Ribadavia, lugar elegido por estos para asentarse por su importante economía.
Desde entonces, la localidad ourensana celebra cada año, el último fin de semana de agosto, este episodio, que incluye todo tipo de recreaciones tales como una boda por el rito judío, partidas de ajedrez, bailes medievales o cetrería, por las calles de su barrio judío.
Posiblemente, una de las claves de su éxito radica en que se sustenta en hechos históricos, tal y como asegura la propia Coordinadora de la fiesta, algo que se ve reflejado en su boda judía, que es «única» en las fiestas medievales de España, o en los bailes de damas y caballeros. Pero también, por la implicación vecinal.
«Como todos los años, la afluencia es, a estas horas, masiva, gracias al trabajo de la coordinadora para que esta fiesta sea un éxito», ha explicado el alcalde de Ribadavia, César Fernández, quien sitúa «la implicación» de toda la localidad ourensana como una de las claves del éxito de esta fiesta. Y es que «tanto niños como mayores» hacen posible que la Festa da Istoria haya pervivido hasta la actualidad.
Con cerca de cuarenta ediciones a sus espaldas, la Festa da Istoria es una cita obligada en Ribadavia, llegando casi al final del verano, y permite sumergirse en el glorioso pasado de la localidad que llegó a ser capital del Reino de Galicia.
Una de las singularidades de esta fiesta es que es preceptivo ir vestido “con atuendo de la época medieval” para poder participar en una buena parte de las actividades que organiza la coordinadora. Así, aparecen representados todos los estamentos de la época, desde la nobleza hasta los soldados, la Guardia Real y el clero.
También es requisito imprescindible cambiar euros por maravedíes, moneda oficial de la fiesta, que se puede conseguir en el banco de la Alhóndiga o en cualquiera de las sucursales que salpican su centro neurálgico.
Todo con el objetivo de poder disfrutar de esta fiel recreación, que evoca la presencia judía en la localidad hasta que fueron expulsados en 1492, y posteriormente perseguidos por el Tribunal de la Inquisición.
El resultado es una «afluencia masiva», corrobora el regidor, por las calles de la localidad para disfrutar de la Festa da Istoria, que ya ha tenido que colgar el cartel de no hay entrada para poder asistir a algunos de los espectáculos que se celebran en el auditorio del castillo.
Todo ello, coincidiendo con su día grande, que comprende el gran desfile medieval, el baile medieval, el ajedrez viviente y la recreación de la boda por el rito sefardí, en la que los novios firman el contrato de los esponsales, el documento matrimonial donde constan las obligaciones de la esposa y, por supuesto, la comida medieval.
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