10 octubre, 2024
Tras cuatro horas de trabajo, los restos de una ballena que la borrasca Kirk dejó varada en la playa de Pampaído, en Sanxenxo (Pontevedra), fueron trasladados este jueves a una planta de residuos especiales. El ejemplar, una hembra de aproximadamente quince toneladas y dieciocho metros de largo, llevaba más de un mes muerta en el mar antes de ser arrastrada a la costa.
Operarios de la empresa Transbeyno se encargaron del despiece del cetáceo para poder transportarlo. Utilizando motosierras eléctricas, comenzaron el trabajo en torno a las 11:00 de la mañana, aprovechando la marea baja. La ballena fue cortada en trozos de aproximadamente 1.200 kilos, que luego fueron cargados con una grúa en el camión proporcionado por la Consellería de Medio Ambiente, estacionado a unos 40 metros de la playa.
El coste de la operación, financiada por el Ayuntamiento, ronda los 3.000 euros. Sin embargo, el gobierno local lamentó haber tenido que asumir el gasto. El concejal de Medio Ambiente, Yago Torres, expresó su frustración, señalando que «lo lógico y más seguro para la navegación» habría sido retirar la ballena cuando aún estaba en el mar. «Hoy nos ha tocado a nosotros, pero otro día le tocará a otro», añadió.
El Ayuntamiento tuvo conocimiento de la ballena el pasado sábado, cuando estaba cerca de la costa, y alertó a Salvamento Marítimo ante el riesgo de un accidente marítimo. Finalmente, la borrasca Kirk arrastró el cetáceo hasta la playa, en un avanzado estado de descomposición, lo que provocó un fuerte olor que se percibía a varios metros de distancia.