17 octubre, 2024
En octubre de 2023, el proyecto ‘Gemelas Digitales’ lanzó una convocatoria para reclutar a 300 mujeres con cáncer avanzado de mama, pulmón o colorrectal, quienes, de forma altruista, cederían información sobre su enfermedad. Aunque su participación no influiría en su propio tratamiento, contribuiría a mejorar las terapias para futuras pacientes con cáncer. Un año después, Miguel Quintela, director del Programa de Investigación Clínica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), destaca que la respuesta ha sido «muy satisfactoria». Hasta el momento, se han inscrito 110 voluntarias y el proceso sigue abierto.
El objetivo es crear modelos virtuales de las pacientes mediante inteligencia artificial. Estas «gemelas digitales» permitirán a los investigadores predecir la evolución de la enfermedad, identificar los tratamientos más adecuados y analizar cómo los hábitos de vida influyen en la efectividad de las terapias.
Este proyecto de investigación pública, denominado High-definition oncology in women’s cancer (Oncología de alta definición en cáncer femenino), es una de las iniciativas más ambiciosas de medicina personalizada en España. Liderado por el CNIO y financiado con 2,5 millones de euros, forma parte del programa IMPaCT (Infraestructura de Medicina de Precisión asociada a la Ciencia y la Tecnología) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Además del CNIO, participan en el proyecto nueve hospitales, dos universidades y la Fundación CRIS contra el cáncer.
Los primeros datos de 30 participantes han sido presentados en el reciente congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en Barcelona, con resultados muy positivos. “Hemos recogido más muestras de lo esperado, y su calidad, al igual que la de los datos, es muy alta”, señala Quintela. La complejidad del estudio radica en la diversidad de muestras y datos recopilados, así como en la colaboración activa de las pacientes.
Para monitorizar a las voluntarias, se utilizan relojes inteligentes y aplicaciones que registran sus hábitos y estados emocionales. Esta información, integrada mediante inteligencia artificial, será fundamental para desarrollar asistentes virtuales que ayuden al personal médico a tomar decisiones informadas sobre el tratamiento oncológico.
Las mujeres que deseen participar deben ser adultas con un diagnóstico confirmado de cáncer sólido en fase avanzada que requiera tratamiento de primera línea, sin haber recibido tratamiento previo para metástasis. El cáncer debe estar en un estado avanzado sin posibilidad de cura, pero la información que aporten podría marcar la diferencia en los tratamientos del futuro.