
El ex Primer ministro Israel, Ehud Olmert (izq), y el político activista Palestino de Jerusalén, Samer Abdelrazzak Sinijlawi, (d) se abrazan tras su debate sobre la situación en Gaza en el Foro La Toja.
4 octubre, 2025
En un diálogo que busca tender puentes sobre el futuro de Oriente Medio, el exprimer ministro israelí Ehud Olmert y el político palestino Samer Abdelrazzak Sinijlawi coincidieron en que ha llegado el momento de apostar por la paz, durante la última jornada de la séptima edición del Foro La Toja-Vínculo Atlántico, celebrada este sábado en O Grove (Pontevedra).
Olmert, que también fue alcalde de Jerusalén entre 1993 y 2003, defendió la solución de los dos Estados, Israel y Palestina, y expresó su convencimiento de que la paz está más cerca de lo que muchos piensan. «Ya sé que es muy difícil, pero si no soñamos solo tendremos problemas, inseguridades y odio. Me niego a rendirme», afirmó, recordando que tras la Segunda Guerra Mundial pocos habrían imaginado que Francia y Alemania llegarían a ser «mejores amigos».
El político israelí subrayó que la paz exigirá sacrificios: «Hay que estar preparados para renunciar a algo aunque haya sido nuestro, porque hay una causa más noble y más alta que el vínculo emocional con cierta parte del territorio». Además, aseguró que Hamás ha sido «el peor de los peores enemigos de su propio pueblo» y mostró confianza en que Israel pueda construir un nuevo marco que permita salir del «círculo vicioso» de conflictos recurrentes.
Por su parte, Abdelrazzak Sinijlawi enfatizó que la resolución del conflicto requiere que ambas partes empiecen «a mirar con los ojos del otro lado». El activista palestino lamentó que «no muchos israelíes entienden el trauma» sufrido por Gaza, donde la población ha sido «totalmente borrada del mapa».
Para avanzar hacia la paz, Sinijlawi abogó por un cambio en el liderazgo palestino y solicitó apoyo internacional: «Si Europa puede hacer algo para Oriente Medio es que se celebren elecciones en el Estado Palestino. Si celebramos elecciones y vencemos a Hamás, no será continuando las operaciones militares, sino en las urnas».
Concluyendo su intervención, el político palestino subrayó que tras «la guerra sin opción, ha llegado la paz sin opción», dejando un mensaje claro de esperanza y urgencia para un proceso de reconciliación que parecía lejano.