
Imagen de archivo de un arenal gallego invadido por pellets.
28 octubre, 2025
Casi dos años después del vertido del buque ‘Toconao’, los pellets, pequeñas bolitas de plástico, continúan apareciendo en las playas de Galicia, evidenciando la dificultad de eliminar completamente su rastro y la dispersión que las corrientes marinas propician.
Un paseo por la playa de Ber, en Pontedeume (A Coruña), permite comprobar cómo estos gránulos siguen llegando a la costa, como los recogidos este martes por un vecino de la localidad. El accidente, ocurrido en diciembre de 2023, dejó al ‘Toconao’, de bandera liberiana, sin seis contenedores que contenían 26,3 toneladas de pellets, los cuales comenzaron a aparecer masivamente en el litoral gallego a principios de 2024.
La persistencia de estos microplásticos no solo recuerda la magnitud del vertido, sino que también subraya los riesgos que representan para el ecosistema marino. Investigadores han alertado de que, aunque el material de los pellets no es tóxico, su ingesta por parte de peces puede introducirlos en la cadena trófica, con posibles efectos perjudiciales para otras especies y, potencialmente, para el ser humano.
El segundo aniversario del accidente coincide con la aprobación definitiva en el Parlamento Europeo de un reglamento destinado a prevenir este tipo de contaminación. La normativa obliga a las empresas a implementar planes de gestión de riesgos y a reforzar los embalajes en el transporte marítimo, con el objetivo de evitar futuros desastres ambientales similares.