25 septiembre, 2024
El sector ganadero español ha acogido favorablemente la decisión de la Unión Europea de apoyar la iniciativa de la Comisión Europea para reducir el nivel de protección del lobo, aunque lamentan que España se haya posicionado en contra de dicha medida.
José María Castilla, representante de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) en Bruselas, señaló a Efeagro que la decisión representa «un paso adelante y correcto» que refuerza la posición de la Comisión Europea. Sin embargo, advirtió que la aplicación del cambio queda en manos de cada país, y que la negativa de España supone «una nueva puñalada» para el sector ganadero, en especial por parte de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.
Castilla subrayó que la nueva normativa «proporciona una base legal» para los ganaderos, pero advirtió que la posibilidad de que cada país decida unilateralmente podría generar «deslealtades» entre zonas fronterizas que tengan políticas distintas en torno al lobo.
Gaspar Anabitarte, portavoz del sector de Lobo y Ganadería Extensiva de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), también valoró positivamente la reducción de la protección del lobo, calificándola de «muy positiva». Según Anabitarte, la medida es un reflejo de que las políticas de conservación han sido exitosas, ya que el lobo ha reaparecido en muchos países donde antes estaba desaparecido.
No obstante, Anabitarte lamentó que la decisión no obligue a los países a adoptar acciones concretas, considerando que se trata de «una medida general» sin imposiciones claras.
Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) consideró la decisión de la UE como una «buena noticia», ya que pretende adaptar el nivel de protección del lobo «a la realidad actual de la especie» y promover la coexistencia con la ganadería. Desde UPA señalaron que la población de lobos en España ha crecido «desde hace muchos años», una situación confirmada tanto por científicos como por los propios ganaderos.
En cuanto a la negativa de España a apoyar la medida, UPA lo atribuyó a un «empecinamiento» del Ministerio para la Transición Ecológica, y lamentaron que este no haya «recapacitado».
Felipe Molina, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos y Ganaderas en Extensivo (Anggex), también expresó su respaldo a la reducción de la protección del lobo, argumentando que es necesario «mantener un equilibrio» en los ecosistemas. Molina informó que los ganaderos del norte de la península son particularmente vulnerables a los ataques de lobos y subrayó la importancia de ajustar los criterios de protección en determinadas áreas, especialmente donde los ataques se repiten con frecuencia.
Molina enfatizó que las administraciones autonómicas deberían encargarse del control de lobos reincidentes, en lugar de delegar esa tarea en los cazadores.
Finalmente, la Federación Española de Caza valoró la decisión de Bruselas, pero lamentó que España haya sido «el único país con una población estable de lobos que votó en contra», a pesar de albergar la mayor población de lobos de Europa. Desde la federación señalaron que, a pesar del voto negativo del Gobierno español, la decisión de la UE abre un nuevo escenario que podría implicar modificaciones en la Directiva Hábitats, lo que afectaría la gestión futura del lobo.