
Agentes inspeccionando el domicilio donde perdió la vida una trabajadora del SAF en O Porriño (Pontevedra), presuntamente asesinada por el marido de una usuaria a la que atendía.
13 octubre, 2025
La Xunta de Galicia ha aprobado un nuevo protocolo dirigido a proteger a las trabajadoras del Servicio de Ayuda en el Hogar (SAF) frente a cualquier tipo de violencia que puedan sufrir en el ejercicio de sus funciones, ya sea física, psicológica o sexual. Así lo anunció el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien destacó que el objetivo de esta iniciativa es garantizar la seguridad y la salud laboral de un sector marcado por un perfil altamente feminizado y por la complejidad del trabajo en domicilios, especialmente en municipios rurales.
El documento, elaborado por el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Galicia (Issga) en colaboración con la Consellería de Política Social e Igualdade, surge a petición unánime de la mesa de trabajo impulsada por la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). En esta mesa participan también organizaciones sindicales, empresariales y el Colegio Oficial de Trabajo Social. “Vamos a colaborar conjuntamente con los ayuntamientos para poder implantarlo lo antes posible”, señaló Rueda, subrayando la importancia de ofrecer a los municipios y empresas prestadoras del servicio una herramienta consensuada que permita avanzar en la prevención, detección y resolución de conflictos.
El protocolo se centra en tres pilares fundamentales: identificar y gestionar los riesgos en los domicilios, optimizar la organización del trabajo y reforzar la formación de las profesionales. Entre las medidas preventivas se incluyen la evaluación de riesgos en los domicilios, la información a usuarios y familiares sobre pautas de comportamiento, la coordinación con los servicios sanitarios y el refuerzo del acompañamiento técnico en situaciones de mayor complejidad. También se destaca la necesidad de mantener operativo el teléfono móvil durante toda la jornada y de prever acompañamiento temporal en domicilios con antecedentes de conflicto.
En materia de formación, se subraya la importancia de dotar a las trabajadoras de competencias específicas en prevención de la violencia, comunicación efectiva, resolución de conflictos y control de la tensión, contribuyendo así a un desempeño más seguro y confiado.
El protocolo establece un procedimiento de actuación que abarca desde la prevención hasta la intervención frente a agresiones. Incluye pautas para anticipar riesgos, mantener la calma, reconducir conflictos y actuar de manera segura cuando se produzcan incidentes, priorizando siempre la integridad física y emocional de las profesionales. Todos los incidentes deben ser registrados y seguidos, lo que permite evaluar las medidas adoptadas y coordinar acciones correctoras con la Administración local cuando sea necesario.