29 mayo, 2024
1612.- La cofradía de peregrinos jacobeos de Burdeos, Francia, consagra su nueva sede en la iglesia de Santiago de esa ciudad. Fundada en 1493, esta cofradía mantuvo la atención a los peregrinos hasta su desaparición en 1830.
Las vicisitudes atravesadas por lo que primero fue templo y posteriormente hospital de peregrinos, pobres y mujeres encintas acabaron por derivar en una situación absolutamente impensable. Porque detrás de la puerta de garaje similar al que pueda verse en otra parte de la ciudad, en el número 10 de la calle Mirail de Burdeos, lo que se esconde es una nave de sesenta metros de profundidad destinada efectivamente a garaje pero dentro de una estructura que se corresponde con la primitiva iglesia, el último vestigio del hospital-priorato Saint-Jacques de Burdeos, construido en el siglo XII, con la participación de Guillermo IX, llamado “el primer trovador” y abuelo de Leonor de Aquitania.
El viejo hospital autónomo, dependiente de la catedral con un prior y frailes pasó en la segunda mitad del siglo XVI a ser regentado por los jesuitas en una época en la que las peregrinaciones se habían reducido notablemente, al igual que las donaciones. En 1760 sufriría un nuevo vuelco, con la expulsión de los Jesuitas por parte de Luis XV, al ser vendido a particulares antes de la revolución francesa. Convertido en teatro, hay testimonios de que en 1970 se dedicaba ya a la actual ocupación de garaje. Para colmo de males, en 2001, la bóveda del coro se derrumbó a causa de una viga de la techumbre, arrojando al suelo una estatua policromada de Santiago que data del siglo XV, aunque sin daños importantes.
Ahora mismo, capitaneados por el historiador medievalista titulado por Oxford, Guilhem Pépin, el “Colectivo 1120 – Salvemos la iglesia de Saint-Jacques de Burdeos” se propone incluir el edificio en la clasificación de monumentos históricos franceses.